La edil de Medio Ambiente, María García, informó de que mañana se abre un plazo de tres semanas para que propietarios de la Ciudad Vieja y de Pescadería puedan solicitar la eliminación de pintadas de fachadas, con el objetivo de iniciar los trabajos en febrero. Esta primera fase de borrado se llevará a cabo aunque la modificación de la ordenanza se haya aprobado solo de manera inicial en el Pleno ordinario de ayer. El cambio, que obtuvo solo los votos a favor de Marea y la abstención del resto de grupos, incluye la apertura de una línea de ayudas en concurrencia competitiva para el resto de la ciudad. La oposición cuestiona su efectividad y demanda medios y concreción de plazos.

García admite que la modificación de la ordenanza responde a reiteradas demandas ciudadanas y la defiende como un "ejercicio de interlocución" del Ejecutivo con los vecinos. Sitúa la nueva normativa dentro de una "actuación global" en la que incluye las creaciones de arte urbano en murales públicos y la identificación de "infractores reincidentes, que está dando bastantes frutos". De la norma, destaca la conmutación de penas para menores infractores por servicios comunitarios. Una vez abierta la convocatoria y recibidas las solicitudes, según el texto propuesto, una Comisión de Valoración decidirá, en un máximo de seis meses, sobre qué zona actuar primero. La ayuda es en especie: el Concello no pagará a los vecinos sino que se encargará directamente de la intervención.

Para el concejal del PP Enrique Salvador, la ordenanza "es un brindis al sol" porque la norma actual, a su entender, permite ya las intervenciones directas, que ya se hicieron en el pasado. Salvador demandó en su turno de palabra que se intervenga sin la previa solicitud de la ayuda, más allá de la Ciudad Vieja y Pescadería, una limitación que se añadió tras los reparos del interventor. Demanda que no se restrinjan las ayudas en función de la renta de las familias, algo que García niega que quede regulado, sino que se hará en las bases de la convocatoria. El PP, que a pesar de las críticas se abstuvo, pidió "un plan de choque".

El PSOE también anunció su abstención para realizar aportaciones durante la exposición pública, de dos meses. La portavoz, Yoya Neira, opinó que el tema de las pintadas es la "punta del iceberg" de la "dejadez" del Gobierno local en temas de limpieza. "Es una reacción tardía a algo que era evidente, suciedad sobre suciedad", criticó. Neira ve que el plazo de seis meses una vez abierta la convocatoria para solicitar la limpieza en los inmuebles es "amplio" y pide concreción en los tiempos desde que el vecino solicitará la limpieza hasta que se borre la pintada.

Para la portavoz del BNG, Avia Veira, esta cuestión obedece a una política "selectiva" en función de la "exposición mediática" del asunto. Reprochó que no se cambie la misma ordenanza, que a su entender necesita "una modernización total", para abrir y regular la prohibición de la pegada de carteles o adhesivos, ahora vetada y "facilitar" el anuncio de actividades que se realizan diariamente en la ciudad. Veira censuró la " pseudoexposición pública" de la ordenanza y preguntó si se va a extender a los edificios catalogados fuera del ámbito Pepri.