La Policía Local atendió el domingo a una anciana en su domicilio, en la ciudad de A Coruña, que llevaba 23 días sin comer ni beber y no respondía a las llamadas telefónicas porque estaba inmovilizada en un sillón. Una ambulancia del 061 trasladó a la mujer, de 91 años, a un hospital, donde se encuentra ingresada.

Dos agentes acudieron el domingo por la tarde a la vivienda de la anciana después de que un hombre que con frecuencia la ayuda de manera voluntaria contactase con el 092 para contar que la mujer no respondía ni al timbre ni al teléfono desde el 29 de diciembre. Una sobrina suya con la que se comunicaron los policías tampoco sabía nada de su tía desde hacía tiempo.

Un cerrajero abrió con dificultad la puerta blindada, que tenía llave y candados puestos, y en la vivienda los agentes se encontraron con la mujer menuda y encogida en un sillón, cubierta de suciedad, debilitada y desorientada, sin apenas poder hablar más que para decir que tenía sed. A su lado tenía la factura de una compra realizada el 29 de diciembre en un supermercado, pero no había restos de comida ni bebida a su alrededor. Los sanitarios la atendieron antes de llevarla al hospital.