Los vecinos de O Castrillón mostraron ayer su "enorme preocupación" por la prórroga de los presupuestos de 2018, lo que califican de "grave situación" porque impedirá, dicen, las inversiones pendientes para este año en el barrio. El presidente de la asociación O Castrillón-Urbanización Soto IAR, Ramiro Otero, alerta de que está en juego la "paralización" del complejo deportivo o de la reforma de la plaza de la Concordia, entre otras actuaciones que son vitales para la zona. Culpan a la Corporación, en general, de la falta de obras que supone no contar con un presupuesto para este ejercicio. "Es una culpa compartida de todos los grupos. Tiene que ponerse de acuerdo para que la ciudad siga creciendo", reprocha el dirigente vecinal.

Con la rabia de poder ver pasar un año sin los proyectos "necesarios" para el barrio, la asociación ha comunicado a la federación de asociaciones de vecinos la necesidad de organizar una "campaña informativa" a los vecinos de toda la ciudad de las consecuencias de carecer de cuentas para este ejercicio y hablan, incluso, de "movilizaciones". Considera que la ausencia de inversiones será "global" por lo que anima a los ciudadanos a juntarse para exigir las obras.

Pero la presidenta de las entidades vecinales de la ciudad, Luisa Varela, no quiere oír hablar de protestas y apuesta por "la vía del diálogo". Aunque no ha sido de manera oficial, explica que ya le ha trasladado al alcalde, Xulio Ferreiro, su "preocupación" por la prórroga del presupuesto municipal y agradece que este le haya emplazado a próximas reuniones para abordar la situación de los barrios. "Es una decisión política y la federación apostará siempre por el diálogo hasta donde sea necesario y, después, tomará decisiones", apunta.

Varela advierte a la asociación de vecinos de O Castrillón que para decidir medidas de presión de todos los representantes de residentes coruñeses habría que convocar una asamblea y testar el ánimo general. Eso sí, no duda de que existe un malestar común por ver cómo las inversiones están, a día de hoy, paralizadas a la espera de movimientos del Gobierno local. "Comprendo el cabreo, pero es el mismo que tenemos en la federación", defiende. Para mostrar su indignación, apostilla que en la entidad trabajan dos personas a cargo de la ayuda del Concello que, ahora, peligra, por lo que podría tener que tomar "medidas drásticas" que le afectan de manera directa.

El Gobierno local aún no ha desvelado su plan para los próximos meses respecto al capítulo de inversiones del presupuesto, que se prorroga de 2018. Este podría modificarse con cargo al remanente del año pasado, que aún no se conoce y que podría estar en trámite de cálculo, de manera legal, hasta el próximo 28 de febrero.

El grupo municipal del PSOE ya ha anunciado su rechazo a las cuentas por lo que los únicos votos del Ejecutivo local en el pleno no bastarían para aprobar las cuentas para 2019 que, aún así, pasarán por la sesión en pocas semanas. El alcalde mostró su intención de presentar el proyecto a la corporación pese a que se prevea su rechazo.