La guerra entre el taxi y los vehículos de alquiler con conductor, con licencia VTC, tiene su particular batalla en la ciudad. Un conflicto que apenas se ha notado en las calles, según representantes de ambos sectores, pero que se mantiene activo por la falta de regulación sobre los coches que gestiona Cabify. "Mientras no tengamos todo controlado y las autoridades tomen cartas en el asunto, los VTC seguirán circulando a su manera", manifiesta el presidente de Teletaxi, Manuel Sánchez Quindimil, que asegura que el "Gobierno central se comprometió a hacer un registro" de estos vehículos. "Después de un año, seguimos esperando", apunta.

La flota coruñesa de Cabify, señala el director general de la compañía en España, Mariano Silveyra, es de entre "diez y quince vehículos". Una cifra que considera mínima, por lo que "no ha llegado a provocar un impacto negativo en el sector del taxi como para que se sientan ofendidos o vean amenazas".

Cabify llegó a la ciudad el pasado diciembre, con tarifas mínimas de 5,50 euros para peticiones de viaje inmediatas, pero su servicio ha generado cierto malestar entre los taxistas, que critican que estos conductores de VTC "están parados esperando clientes en una esquina o una acera como si estuviesen escondidos". "Deberían tener su lugar de aparcamiento y cuando les soliciten un servicio con antelación, que vayan", propone Quindimil.

Los taxistas advierten de que ahí está la clave para que exista una convivencia pacífica entre ambos tipos de vehículos, que los que tienen licencia VTC sean solicitados previamente. En Madrid y Barcelona hablaban de 24 horas, pero en A Coruña la exigencia es menor. "No pedimos tanto, pero sí cierta antelación, porque el servicio inmediato ya lo damos nosotros", explica el presidente de Teletaxi, quien opina que la actual situación "perjudica a las VTC que ya estaban en el mercado, que cumplían el ratio 1/30 y eran contratadas el día antes".

Mariano Silveyra defiende que la "movilidad es un tema muy complejo que necesita alternativas", de ahí la aparición de plataformas como Cabify o Uber. "Creemos que hay sitio para todos, no es cuestión de reemplazar a nadie. La realidad es que hay momentos en los que los taxis no alcanzan y también que hay un sector que prefiere contratar servicios a través de internet, ya sea comida, las entradas del cine o un vehículo para desplazarse", explica, y añade que "el taxi históricamente siempre ha funcionado en paradas o a mano alzada".

Quindimil también cree que ahí está una de las diferencias entre ambos servicios. "Tenemos que mejorar. Quizá fue nuestra culpa no haber promocionado más nuestras aplicaciones, porque el taxi tampoco tiene tanto que innovar", expone, aunque entiende que "ante la inmediatez del taxi nadie puede competir" y eso es algo "que el cliente debe valorar".

A pesar de que no se han registrado incidentes en la ciudad entre taxistas y conductores de VTC, el presidente de Teletaxi asegura que la llegada de Cabify se ha notado "en que hay menos trabajo". "Antes ya éramos licencias de taxis suficientes y ahora tenemos un servicio a mayores", concluye.