El Concello deberá modificar el contrato de la perrera municipal para aportar más fondos a la empresa concesionaria, Servigal, para hacer frente a las exigencias de la ley de bienestar animal aprobada por la Xunta. La nueva normativa gallega establece el sacrificio cero de los animales que estén en estas dependencias, así como que las mascotas cuenten con más espacio libre. Esto implica no solo más terreno sino también más personal.

El Gobierno local defiende que el Concello lleva ya "muchos meses" trabajando para que no se sacrifique ningún animal, a menos que sea por enfermedad. De las 126 eutanasias que se practicaron en 2015, las instalaciones pasaron a solo 33 en 2018. Fuentes municipales indican que se han tomado medidas como cerrar el horno crematorio, iniciar el proyecto de ampliación de las instalaciones municipales, así como la ejecución de algunas obras en las dependencias de Bens para conseguir que los animales tengan más espacio libre y, de este modo, se pueda potenciar el bienestar de sus usuarios.

No es el Concello de A Coruña el único que se ha visto afectado por la aplicación de la ley de bienestar animal, ya que la Xunta la ha aprobado, pero no la ha dotado de fondos para ponerla en práctica. El Consorcio As Mariñas prevé rescindir el contrato de lacería que ha otorgado a Servigal „la misma empresa que lleva el servicio en A Coruña„ para que los nuevos pliegos se adapten a la nueva ley. A principios de año, la concesionaria solicitó un incremento de entre un 40% y un 45% de su dotación para poder hacer frente a las exigencias de la nueva normativa, aunque esta propuesta no fue aceptada por el consorcio.

La Federación Galega de Municipios y Provincias (Fegamp) alertó ya del sobrecoste que supondría el cumplimiento de la ley e incluso la Diputación aprobó en pleno solicitar recursos a la Xunta para poder hacer frente a sus exigencias. En A Coruña Servigal tiene la concesión desde 2006, cuando se le otorgó por quince años, prorrogables otros dos.