La propuesta bautizada como Porsuporto no fue solo la que contó con un mayor número de participantes en su elaboración -diez arquitectos de las cooperativas Hábitat Social y Partidarios da Cidade y de la sociedad Flu-or, además de un biólogo- sino que además fue la que obtuvo una mejor valoración en el concurso municipal sobre la fachada marítima, en el que recibió 67 puntos.

El equipo redactor del trabajo estima que la transformación de los muelles no puede acometerse de forma simultánea en un área tan amplia, por lo que defiende que haya diferentes propuestas para cada sector y que se acometan en distintas etapas.

"Hay cosas que simplemente con un acuerdo entre administraciones generarían ventajas para la ciudad", comenta el arquitecto José Manuel Sánchez Vizcaíno, uno de los integrantes del equipo, para el que la participación ciudadana figura entre sus "líneas estratégicas", de forma que su propuesta plantea un "escenario para que pueda ser debatida por el mayor número de gente posible y de todos los sectores implicados".

Porsuporto apuesta por la existencia de viviendas en la zona que ahora ocupan la estación y el muelle de San Diego, donde propone edificios de cuatro alturas, aunque Sánchez Vizcaíno considera que su presencia sería "residual" en un área reservada de forma mayoritaria a la implantación de proyectos empresariales y de investigación. La inclusión de viviendas en este sector tendría por objetivo evitar que quedase deshabitado cuando no haya actividad laboral y, además, los autores de la propuesta plantean que sean construidas por cooperativas o la Administración y a largo plazo, ante la convicción de que el mercado coruñés no precisa en la actualidad de estos pisos.

Algunas de las ideas que contiene el trabajo tienen una aplicación sencilla, como la apertura al público del muelle de trasatlánticos cuando esté desocupado, la apertura de huecos en el muro del puerto, la realización de visitas ciudadanas a la lonja y el empleo de su aparcamiento por la ciudadanía durante los fines de semana. Porsuporto, al igual que otras de las propuestas, propone llevar la subasta de pescado a otro emplazamiento, en este caso al muelle del Este, aunque advierte que esta medida se aplicaría no antes de veinte años y que su objetivo sería impedir que se rompa "la continuidad del espacio público en el antiguo puerto".

Entre las actuaciones que figuran en el documento se encuentran la prohibición del estacionamiento en el acceso al castillo de San Antón, el derribo del muro de La Solana que tapa las vistas al mar en O Parrote, el desplazamiento del muro del puerto en Linares Rivas para poder ampliar las aceras, la creación de zonas de baño para el público en la Dársena de la Marina y el muelle de Batería y de zonas verdes en Casablanca y el muelle de Linares Rivas.

La vertiente económica también es abordada por Porsuporto, que propone la reutilización de las naves industriales y el suelo de los muelles que estén desocupados, así como por la instalación de una planta de reciclaje en San Diego. La Medusa pasaría a ser un espacio abierto al público según este trabajo, que defiende un servicio ferroviario de cercanías hasta San Diego y otro marítimo hasta Oleiros.