En algún momento de su larga espera para ocupar su vivienda en el parque ofimático más de un propietario llegó a pensar que el instante de abrir la puerta del piso no se produciría nunca. Los continuos retrasos en la tramitación urbanística, en las modificaciones del planeamiento, en las obras de urbanización del Concello y en los ajustes técnicos finales requeridos por la antigua Fenosa han desesperado a los cooperativistas. Pero ayer los socios de Cofuncovi, una sociedad de propietarios con dos bloques de 78 y 69 viviendas de protección oficial, pusieron fin a su eterna paciencia. Siete de sus miembros escrituraron sus viviendas por la mañana y algunos de ellos se juntaron por la tarde ante uno de sus edificios en el polígono residencial. Hubo quien subió a los pisos con algún familiar, "a dejar algunas cosillas".

Más de diez años han pasado desde que formaron la cooperativa y empezaron a soñar con sus viviendas, recuerda el portavoz de Cofuncovi, José Ramón Mosquera. "Ahora poco a poco, cuando nos dejen nuestros trabajos o en los fines de semana, traeremos cosas para empezar a vivir", dice Mosquera, aún con una nueva reclamación que dirige al Ayuntamiento desde el comienzo de este año para facilitar la integración de los vecinos en el barrio: retirar las vallas de obra, instalar contenedores, permitir el acceso al servicio de recogida de basuras o crear zonas seguras de esparcimiento.

Manuel Peón, otro socio de Cofuncovi, admite sentirse "aliviado", ya en su vivienda de 90 metros cuadrados. "Estamos aterrizando y trayendo alguna cosa al piso. Estoy aliviado y contento porque estamos metidos en esto desde hace diez años. Me siento descansado, pero en realidad estamos como alunizando porque en el barrio no hay casi nada, ni un banco", cuenta este propietario.

A su lado, ya piensa en "acondicionar" su piso Francisco Lamas, "en traer muebles poco a poco, instalar luces, colocar mamparas". "Ahora tengo al fin libre la cabeza después de tanta espera, ahora puedo pensar ya en cómo tener la vivienda a mi gusto", comenta en la puerta del edificio.

Rubén, Fabio y Juan, con las escrituras en la mano, también se pasaron por el barrio y por sus pisos. Comienza una nueva etapa para sus familias en una zona de la ciudad marcada por las complicaciones urbanísticas.

Como Cofuncovi, la cooperativa A Carnocha también tiene las horas contadas para entrar en los domicilios de un edificio de 25 pisos de protección pública. Otras dos sociedades con sus edificios en distinto estado, Parque Ofimático y Eirís Ofimático, tendrán viviendas libres y de protección en el polígono. La Xunta también es propietaria de suelo y construirá 40 pisos públicos. El Ayuntamiento se ha comprometido a construir un edificio de 50 viviendas públicas dentro del acuerdo que evita el derribo del antiguo edificio Fenosa.

Cuando Cofuncovi y A Carnocha cumplieron todos los trámites administrativos y técnicos durante 2018, recibieron a continuación del Concello las licencias de ocupación a comienzos de este año y esperaron a obtener los permisos finales de la Consellería de Vivenda para escriturar y entrar en sus casas. En un nuevo barrio que espera más vecinos (unos con sus viviendas a punto de construirse, otros con ellas en proceso); en una nueva vida.