Iris Solsona es catalana pero hace más de 50 años que vive en A Coruña, donde disfruta de actividades en diversos centros cívicos y de viajes y excursiones con el grupo de mayores de Telefónica al que pertenece. A sus 83 años todavía sueña con recorrer el mundo. "En junio voy a Suiza, a Ginebra, y me hace mucha ilusión porque allí me casé. Luego iré a Toledo con el Imserso y en octubre a Egipto", cuenta ilusionada, a la vez que sueña con que le "toque la lotería para seguir viajando".

Solsona se define como una persona "muy activa" aunque estuvo a punto de perder esa chispa cuando falleció su marido, hace siete años. "Daba clases de pintura y manualidades y cuando eso ocurrió lo dejé todo. Ahí cerré todo. Lo deje todo y me hundí. Estuve casi un año a tratamiento y me di cuenta de que eso no podía ser", recuerda. Así fue como decidió apuntarse a las actividades en los centros cívicos y conocer nuevos amigos. "De lunes a viernes voy a natación, hago cursos de memoria en Monte Alto y juego al parchís", detalla.

Poco después conoció la iniciativa de Telefónica "por una amiga" y no dudo en apuntarse. "Voy a viajes, lleno mi tiempo libre y me relaciono con otras personas", explica Iris, que no entiende a "esas personas que se quedan encerradas en casa". "Hay que aprender a levantarse", añade.

Esta coruñesa de adopción, que tiene tres hijos „dos de ellos mellizos„, también es una aficionada al cine, así que participa "en los ciclos de Afundación siempre que es posible". También es abonada a la Ópera. "Y todo los viernes voy al Palacio", cuenta. Asegura que es una forma de mantenerse "ocupada" y pasárselo bien. Es consciente de que "cada año uno va a menos y se nota", pero confiesa que estas actividades y viajes le permiten "seguir activa", como a ella le gusta. "Lo dije toda la vida. Aunque sea en burro, hay que viajar. Salir, ver otros mundos y otras gentes", concluye Iris Solsona.