Notable acto musical programado por el Teatro Colón en una nueva etapa que está resultando muy interesante por su variedad y calidad. Incluso por una marcada originalidad, como es el caso de esta proyección cinematográfica que además contó con algunas aportaciones especiales. La presencia de Rosa Torres Pardo, pianista de reconocido prestigio, añadió un atractivo más al pase de la película. Por si ello fuera poco, interpretó una Danza gallega, inédita, de Granados, que viene a sumarse, como homenaje a Galicia, a la suite sobre cantos populares gallegos, obra poco conocida, pero que aquí hemos podido escuchar en más de una ocasión a la Orquesta Sinfónica de Galicia. Aunque en la película nada se dice, al parecer uno de los abuelos de Granados era gallego. En el coloquio que se estableció tras la proyección se recordó que el músico catalán estuvo en A Coruña en 1909 para dar un concierto organizado por la Sociedad Filarmónica (en su sexto año de vida, ya que se fundó en 1904). En cuanto a Rosa Torres Pardo, cuenta con parientes en nuestra ciudad. La película es un documental sobre la vida y la creación de Granados. El título, El amor y la muerte, está tomado de una de sus obras, la suite para piano Goyescas, cuya quinta danza se denomina de esa manera. En conjunto, la cinta entretiene ya que utiliza muy diversos elementos, al modo de un enorme collage en el que no faltan incluso el dibujo, excelente, y la animación. Se inicia con el mar y acaba con el mar. Donde hubo de encontrarse con su trágico sino, tantas veces presentido, Enrique Granados. En 1916, y debido a una serie de circunstancias desfavorables, el compositor y su esposa fallecieron en el Canal de la Mancha a causa de que su medio de transporte, el barco Sussex, fue torpedeado por un submarino alemán. Él, que tantas veces había manifestado su aversión a viajar en barco por temor a morir ahogado, no pudo eludir su destino inexorable. ¡La forza del destino!