"No ocultamos quiénes somos, forma parte de nosotros, pero no es lo que nos condiciona ni lo que nos define", explica Roberto Casteleiro, que es educador social, músico y uno de los fundadores del grupo Naranja Imaginario, que nació en el año 2014, en el seno del Centro Ocupacional Pascual Veiga.

Cuenta Casteleiro que, para explorar nuevas maneras de dar su clase de habilidades del día a día, empezó a llevar instrumentos que él usaba en su faceta musical, como percusiones y sintetizadores, y que, poco a poco, se convirtieron en unos compañeros de viaje más, de esos que sirven para hacer coreografías de dedos, ejercicios de memoria y, también, para crear arte, para encontrar una manera más de expresar y comunicarse. Entonces, empezaron a ensayar, a investigar cuál era el sonido que más les representaba, aquel en el que más cómodos se sentían. "Yo era una especie de cartero", explica Casteleiro, que, por aquel entonces, entre 2014 y 2016, "ponía en su sitio" cada uno de los cortes musicales que sus compañeros de grupo le iban enviando y le daba sentido a las composiciones que iban creando.

Y, así, con un poquito de cada uno, fueron naciendo los temas de Naranja Imaginario que, esta tarde, sonarán en la tercera sesión de Foros A Coruña 2030, que organiza Radio Coruña, a partir de las ocho de la tarde, en la sede de Afundación, en el Cantón Grande, bajo el título El cambio social: Inclusión, educación, innovación.

Lo que nació como un taller, como un ejercicio más, es ahora no solo una manera de expresarse sino también un proyecto personal y profesional. Dice Roberto Casteleiro que, como cualquier banda que quiera tener conciertos, Naranja Imaginario ensaya para tener el espectáculo listo para cuando suene el teléfono, trabajan en nuevas letras y canciones constantemente y van creciendo con el proyecto, para ofrecer al público lo mejor de ellos mismos sobre el escenario.

Sabe que lo que se esperaría de un grupo "de cuerpos diferentes" es que, en sus letras, hiciesen referencia a historias de superación, a su día a día con la discapacidad intelectual o a cómo han llegado a grabar un disco de música electrónica. Naranja Imaginario, sin embargo, huye de eso, sabe que poder hacer música en directo es ya revolucionario, "un acto de diversidad", pero también de normalidad de su situación.

"Nosotros no pedimos permiso para subirnos a un escenario. Vamos porque nos llaman, hacemos nuestros conciertos y nos marchamos", explica Casteleiro, que, junto a Mariana, también toca y canta en el grupo. "Ella nos está llevando al mundo latino", comenta, porque, a pesar de que los instrumentos sean electrónicos, la música que hacen es de diferentes estilos, muy original y ecléctica. Una música que les ha abierto, por ejemplo, la puerta del festival Noroeste.

De la formación inicial, la de 2014, están casi todos los integrantes, aunque Casteleiro ya no trabaje para el centro Pascual Veiga, ha habido algunas bajas, pero también incorporaciones que han dado nuevos ritmos y nuevas ideas a Naranja Imaginario, que no es más que un grupo que utiliza instrumentos electrónicos para hacer su música, "Son instrumentos adaptables", puntualiza Casteleiro, instrumentos que permiten a los artistas sacarles todo el partido que ellos quieran. Sin limitaciones.