De los 23 camiones del servicio de recogida de basura, que la auditoría Applus analizó el pasado mes de febrero, solo uno consiguió pasar la inspección técnica sin ningún defecto y cuatro de cada cinco tenían fallos graves o muy graves. Estos datos se entienden mejor al ver la matrícula de los vehículos que componen la flota de Cespa en la ciudad. Cinco de los camiones que, a diario salen a recoger los residuos sólidos por las calles, fueron matriculados antes de 2009, por lo que tienen ya más de diez años. Uno de ellos, cuando fue analizado por la auditora, en el mes de febrero, tenía cinco fallos, uno de ellos, muy grave, relacionado con los discos de sus frenos.

El presidente del comité de empresa de Ferrovial Servicios- Cespa, Luis Martínez, del Sindicato de Traballadores da Limpeza (STL), así como el presidente de la central sindical, Miguel Ángel Sánchez, explicaron ayer que los operarios habían decidido no salir a trabajar más en camiones que no cumplen las garantías de seguridad, de modo que, la noche del lunes al martes y tras una asamblea de la plantilla, solo dos de los 25 camiones con los que se recoge la basura cada día en la ciudad, pudieron salir a hacer su ruta.

En total, fueron 200 las toneladas de basura que se quedaron en los contenedores, entre otras zonas, adolecieron de servicio algunas calles de Cuatro Caminos y de Monte Alto. El secretario general de STL explicó ayer a este diario que solo saldrán en los camiones que estén en buenas condiciones, aunque preveía que fuesen más de los que lo habían hecho la jornada anterior, ya que contaban con la empresa hubiese reparado algunos vehículos durante este día en el que se dio a conocer la auditoría que solicitó el Concello a una empresa para conocer el estado de los camiones de la concesionaria.

El Ayuntamiento pidió este documento a raíz de que uno de los conductores de los camiones de Cespa falleciese en septiembre del año pasado mientras hacía su ruta y los trabajadores denunciasen carencias en la seguridad en el desempeño de sus funciones.

La empresa concesionaria de la recogida de residuos sólidos urbanos, sin embargo, asegura que las deficiencias que los trabajadores notificaron desde el 19 de febrero, cuando se empezó a hacer un informe diario de incidencias, fueron "mínimas" y defiende que el servicio se realizó "con absoluta normalidad". Este procedimiento se inició tras las protestas de principio de año de los trabajadores, que estuvieron varias jornadas sin salir por las deficiencias de los camiones. La concesionaria informa de que ayer se notificaron 47 incidencias después de una asamblea de la plantilla.

Cespa alega también que sus camiones pasan todas las revisiones obligatorias exigidas por la ley. En el informe de Applus consta que cuatro de los vehículos nuevos que forman la flota tuvieron que ir tres veces a la inspección para conseguir un resultado favorable, ya que acumulaban defectos, algunos de ellos graves o muy graves. En el primer examen, por ejemplo, dos vehículos presentaban infracciones muy graves relacionadas todas ellas con los frenos.

Tras amanecer ayer las calles con las bolsas de basura todavía en los contenedores, el Concello citó a los representantes de los trabajadores, que habían solicitado una reunión el día anterior. Tras esta cita, el Concello informó de que le había solicitado a la empresa un informe de las reparaciones realizadas en los camiones para hacer una comprobación de que los datos aportados son ciertos.

La concejal de Medio Ambiente, María García, acordó con los trabajadores que le exigiría a Cespa "el cumplimento estricto del convenio colectivo" y también garantizó el acceso del comité de empresa a la lista de empleados a subrogar por la empresa que gane el contrato del servicio.

Actualmente, el concurso está pendiente de la resolución de un recurso, ya que a unión temporal de empresas (UTE) de Copasa, Geseco y Setec Building reclama ante el Tribunal Administrativo de Contratación Pública de Galicia que la mesa de contratación mantuviera al grupo de FCC Medio Ambiente e Ingeser Atlántica en el concurso a pesar de haber sido propuesta su exclusión en un informe del área de Medio Ambiente Sánchez explicó ayer que, durante la noche de ayer mantendrían una reunión con la patronal para intentar que se cumplan sus "expectativas", de tener una flota de vehículos en buenas condiciones para ejercer su trabajo.

La auditora concluye que cuatro de los camiones que salen a la calle a recoger la basura tendrían ahora un valor de mercado de 750 euros, por lo que plantea su desguace. Para todos ellos habla de un plan de mantenimiento y reparación que no se podría extender más de cuatro meses y que tendría como objetivo reparar todas las deficiencias. Una de las posibilidades es que esos vehículos pasen a engrosar la flota de la nueva concesionaria.

Los trabajadores de Cespa se quejan, no solo de las deficiencias de los vehículos en los que tienen que realizar su actividad sino también de otras irregularidades, como que la viuda del trabajador fallecido en septiembre aún no ha cobrado la indemnización y que otros operarios con incapacidad permanente reconocida tampoco hayan sido resarcidos y de que no se les ha hecho entrega aún del nuevo uniforme.

Cespa defiende que la ropa la entregará el próximo mes y que las indemnizaciones se pagarán en el plazo marcado por la ley de seis meses. La plantilla denuncia también la cancelación de los cursos de formación, algo que la empresa desmiente al decir que se harán en los primos meses.