El PP solo se impuso en las pasadas elecciones generales en dos distritos, en el 3, que va desde el centro municipal Salvador de Madariaga -en la calle Durán Loriga- hasta el Fórum Metropolitano, y en el 1, que es el de los censados que votan en el Concello, en el centro cívico de la Ciudad Vieja y la Autoridad Portuaria. En todos los distritos de la ciudad, la participación superó el 70% y, en contradicción con la idea de que la movilización beneficia a la izquierda están las mesas del distrito 3, que fue el que más votantes reunió al pie de sus urnas.

De los 21.185 vecinos censados en esta zona, ejercieron su derecho al voto, el 80,3%, de modo que solo dos de cada diez personas se quedó en casa. De los votos emitidos, 8.104, el 27% (2.210) fueron para el PP, de modo que el 20% de los censados acudieron a sus colegios electorales para apoyar al Partido Popular.

La decana de Sociología, Raquel Martínez, explica que la alta participación de las elecciones generales del pasado domingo tiene dos ejes: la izquierda acudió a las urnas para intentar "frenar a la ultraderecha" y los votantes de derechas lo hicieron para dar "un voto de castigo al PP por los casos de corrupción" y también para aupar alternativas de ultraderecha, como Vox. Entonces, ¿por qué en el distrito 3, aún habiendo tanta participación ganó el PP? La decana de Sociología lo tiene claro. "Es un distrito en el que, históricamente gana el PP. Sus votantes tienen una renta alta y este partido es el que representa sus intereses. Es una población homogénea y cohesionada, con un alto poder adquisitivo", resume Martínez, que apunta a que no hay que perder de vista "el contexto histórico en el que se producen estas elecciones en Galicia", ya que, a diferencia de otros territorios, Ciudadanos y Vox no tienen tanto arraigo como en Cataluña o en Andalucía. "El PP tiene también al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que está bien valorado. El PP gallego no es el PP de Madrid, por eso el voto de castigo es menor", comenta Martínez.

El experto en encuestas Manuel Docampo apunta a que, a pesar de que el PP ganó en estos dos distritos, sus resultados son "malos" ya que bajó en apoyos con respecto a citas anteriores. En las generales de 2011, por ejemplo, 9.241 votantes se inclinaron por la opción del PP en el distrito 3.

"Los barrios más avejentados y con rentas más altas son los que votan más a la derecha, aún así, en este caso, ni sumando los votos a los tres partidos de derechas, se alcanza un resultado como el obtenido por el PP en otras ocasiones", comenta Docampo. Y es que, en este distrito en el que el PP se ha impuesto históricamente, la suma de PP, Ciudadanos y Vox es de 4.064 votos, la cifra más baja de las tres últimas citas con las urnas, cuando el Partido Popular reunió 9.241 apoyos en (2011); 7.131, en 2015 y 7.796, en 2016, cuando el porcentaje de participación fue menor que el pasado domingo. En 2016 acudieron a las urnas el 76,6% de los censados. Para Docampo, es importante resaltar que la alta participación general hizo que se impusiese la izquierda, a pesar de que la derecha estaba muy movilizada.

"La gente que siente desafección con el sistema quería demostrar que tiene creencias y que quiere participar", comenta, además, Martínez.