La profesora de la Facultad de Economía y Empresa, Rosa Mariz, recibirá mañana el Premio Profesorado Internacional de la Universidade da Coruña. Comprometida con la internacionalización desde hace casi una década, la docente no dudó en presentar su candidatura a este galardón, instaurado este año por la Universidad para reconocer la labor de aquellos profesionales que se empeñan en abrir fronteras.

¿Por dónde se empieza para lograr la internacionalización?

Por casa. La internacionalización siempre es el camino a seguir y una de las estrategias más importantes y enriquecedoras para todos. Por eso, este premio me parece una iniciativa muy interesante por parte de la Universidad para premiar a esa gente que, con muy pocos recursos y mucho esfuerzo, hace una gran labor por la internalización.

En su trayectoria en este ámbito, ¿qué destacaría?

Entré a formar parte del equipo decanal de la Facultad de Economía y Empresa hace ocho años. Nuestro primer proyecto fue implantar la docencia en inglés. Estábamos convencidos de que ese era el germen para todo lo demás. Queríamos internacionalizar las titulaciones pero eso era imposible sin docencia en inglés. Hicimos un esfuerzo encomiable porque no solo era convencer a los profesores para que participasen sino también implantarlo en todos los cursos de Economía y Administración y Dirección de Empresas (ADE).

¿Qué supuso este cambio además de mejorar la formación de los estudiantes universitarios?

Establecer dobles titulaciones con otras universidades europeas y americanas.

¿En qué grado está esa internacionalización?

Pensamos que se ha hecho mucho pero, por supuesto, hay que seguir ese camino porque siempre hay algo que hacer. Se pueden internacionalizar más titulaciones y potenciar los intercambios de alumnos y profesores. Eso es fundamental.

¿Es fundamental completar la formación en otros países?

Creo que sí. Nos enriquece tanto a alumnos como a profesores. Determinadas áreas geográficas están especializadas en unos temas y otras, en otros. Es importante incorporar todo eso. Además de la parte cultural y las relaciones entre personas de distintos países. Esto abre muchísimas posibilidades.

¿Esto lo puede aportar una beca Erasmus?

Por supuesto. Yo recomiendo pedirla. Ojalá yo hubiese tenido Erasmus. Es importante que vean lo que se hace allí y traigan nuevas experiencias, nuevas estrategias y nuevos modelos de enseñanza. Está todo relacionado.

¿Los jóvenes valoran este tipo de experiencias formativas?

Habrá un poco de todo pero creo que ahora empiezan a ser más conscientes de la importancia de salir fuera, de ver otras cosas y de estudiar en otro país. Saben el valor añadido que puede tener una doble titulación universitaria.

¿Por eso ya no concibe la Universidad sin el bilingüismo?

Desde mi punto de vista, desde luego. Si uno no tiene docencia en inglés, no puede establecer dobles titulaciones con otros países de habla inglesa porque ya no valoran esa posibilidad. Para nosotros fue, quizá, el paso más importante. Además, la economía y la empresa son, tradicionalmente, áreas muy internacionalizadas por los intercambios comerciales.

Pero hay jóvenes que siguen buscando trabajo lejos de casa...

Qué duda cabe que ha habido fugas de cerebros y sigue habiendo pero se están creando estrategias para retener ese talento porque se invierte mucho en la formación. También se está intentando traer de vuelta a los que ya se fueron.

¿Este premio le anima a emprender nuevos proyectos?

Sí. Estamos negociando con universidade extranjeras para que la Facultad de Economía y Empresa siga avanzando en ese camino de la internacionalización. Estamos contactando con centros de Irlanda y Gales. Además, el premio es una gran recompensa a estos ocho años de trabajo.