Las obras de mejora de la pasarela que une la estación de tren con la de buses han obligado a cerrar algunas partes y a estrechar otras. Esa circunstancia provoca que, estos días, se produzcan imágenes como la de una peatona que tiene que sacar fuera de la barandilla su bolsa del gimnasio para que puedan pasar viajeros apurados con maletas o con mochilas más grandes que la suya.