¿Le llama la atención algún registro de tráfico del año pasado con relación a anteriores?

Tenemos descensos de alcoholemias en infracciones de tráfico, de detenciones, incautaciones de armas y decomisos por venta ambulante. Una ligera caída en infracciones, tanto las captadas por los agentes como por las cámaras. En contraste, aumentaron las intervenciones del agente tutor en materia de absentismo escolar, también por contaminación acústica y tenencia de animales peligrosos. Hay una pequeña alza en casos de violencia de género.

¿Hay infracciones nuevas o que antes se denunciaban poco?

La evolución es la misma que en los últimos tres o cuatro años. No hay denuncias nuevas, pero sí hechos novedosos, como la implementación del carril bici y otras formas de movilidad, como el patinete eléctrico.

Ya que lo comenta, ¿se usa mal el carril bici? Y si es así, ¿se denuncia?

Más que denunciar estamos informando y recordando a los usuarios sobre cómo deben utilizarlo y quién debe usarlo. En Primo de Rivera y Linares Rivas, por ejemplo, el carril bici tiene sentido salida de la ciudad por un margen y sentido entrada por el otro, pero hay ciclistas que circulan a su albur por cualquiera de los márgenes, por lo que se les está advirtiendo, aunque a veces las recomendaciones no surten el efecto deseado. Lo estamos dejando en apercibimientos, salvo aquellos casos graves en los que sí hay denuncia por temeridad manifiesta o riesgo para los usuarios. Pero a los peatones también tenemos que recordarles que los ciclistas son los destinatarios preferentes de los carriles bici.

¿Qué les dicen a los usuarios de patinetes eléctricos?

También recordamos las normas de circulación a estos usuarios, a través de la patrulla ciclista. La aplicación taxativa de la norma dice que no pueden circular ni por la calzada ni por la acera ni por el carril bici. Pero estamos a la espera de que la normativa general que se anunció desde el Ministerio del Interior a través de Tráfico sobre este tipo de movilidad personal se lleve a cabo. Intuyo que cierta parte de esa regulación quedará al criterio de los ayuntamientos. Hay que catalogar este tipo de artefactos, llamarlos vehículos es todavía aventurado. Debe haber una regulación mínima para saber en qué casos se pueden considerar vehículos a motor y en cuáles no, en qué casos son ciclomotores y cuándo patinetes, por dónde pueden circular, si en vías limitadas a 30 kilómetros por hora o de otra manera.

En la Marina hay una media de 60 infracciones diarias porque no se respeta la restricción de circular por la zona. ¿Tan difícil es ver la señalización o se despista tanto el conductor?

Al principio disuadía la presencia policial. Con las cámaras hay ocasiones en que puede haber despiste, pero en la mayoría no. Por cualquier de los dos accesos para llegar al punto en que están instaladas las cámaras hay que pasar por tres señales en cada sentido, algunas de grandes dimensiones y con material fluorescente, en los dos márgenes y de forma clara, con panel luminoso donde está la propia cámara y con señales en el centro. ¿Se puede mejorar? Todo es mejorable, pero yo creo que es más que suficiente. Mucha gente pone la excusa de que el camino se lo indicó el GPS o que siguieron al bus o al taxi, pero son mayoría los conductores que saben que esa zona es de paso restringido.

¿Las campañas para disuadir del uso del móvil en la conducción dan resultado?

Todavía hay gente que no lo respeta. Hoy hay muchísimos vehículos con dispositivos de manos libres. Intuyo que por comodidad o rutina cogen el teléfono en lugar de usar el manos libres. Estamos detectando que más que conversar por el móvil, los conductores usan las redes sociales, por lo que agarran el móvil para leer mensajes, teclear, o usar el GPS o Google Maps.

Ha decrecido el número de alcoholemias positivas, pero hay menos controles rutinarios. ¿A qué se debe?

Hubo un conflicto laboral notorio y la plantilla se negó a hacer servicios extraordinarios que cubrían mayoritariamente estos dispositivos en horario nocturno. En su momento hubo dispositivos para prevenir el consumo de alcohol en menores. Pero ahora ya no los hay de forma habitual. Desde la jefatura hemos pedido retomar la línea e incrementar los controles, y también estamos a la espera de las directrices de los responsables políticos. No obstante, demos el beneficio de la duda a los conductores: quizá es ahora menor el consumo de alcohol.

En cambio ustedes difunden más los positivos por drogas.

Se han hecho más controles en este sentido, lo que revela un incremento. Es cierto que disponemos de los aparatos adecuados para ello desde el año 2016 y se nota un cambio de tendencia.

Un estudio de una empresa de navegadores sitúa a la ciudad como la séptima del país más congestionada por el tráfico, con ocho minutos perdidos en cada viaje. ¿Lo advierten así?

Según nuestros datos, los del 092 y de Movilidad, y según mi sensación, creo que en algunos casos es cierto, pero no es la práctica habitual. Cualquier conductor que se mueva por la ciudad no pierde tanto tiempo. Somos una ciudad mediana en cuanto a fluidez de circulación. En algunas horas te pueden retener los ciclos semafóricos o los accesos por las principales vías, pero son cuatro minutos como mucho. ¿Eso es atasco o retención? Creo que no. Por actos lúdicos y festivos en el Coliseum pueden ser cinco o seis.

Casi 1.000 accidentes en 2018. ¿Qué influye más: la velocidad, las distracciones...?

Tiene que ver con no respetar la distancia de seguridad, con los cambios de carril y no percatarse de que otro coche circula por el carril al que te incorporas, o por echarte a la izquierda porque hay un vehículo en doble fila. El número es estable en los últimos años. El aumento de 2018 se vincula al repunte de denuncias por daños. Un tercio de esos 990 accidentes se producen por daños causados por coches que se dan a la fuga.

¿Siguen protocolos distintos y advierten nuevos perfiles en las intervenciones por violencia de género?

Nuestra intervención es directa, pero no tramitamos diligencias, que las hace la Policía Nacional, salvo en los casos con menores de los que se encarga el agente tutor. Aquí se advierten cada vez más casos de violencia entre jóvenes y adolescentes.