La actividad de control de los establecimientos de ocio nocturno durante el año pasado por parte de la Policía Local generó un menor número de denuncias, a pesar de que el número de las inspecciones realizadas fue exactamente el mismo. La memoria de actividad del cuerpo correspondiente a 2018 refleja que los agentes del turno de noche realizaron 235 controles a locales, la misma cifra que en el ejercicio anterior, pero que las propuestas de sanciones fueron 60, cuando un año antes habían llegado a 89. En 2016, los policías de este turno llevaron a cabo un mayor número inspecciones, 263, con un resultado de 70 denuncias.

El incumplimiento del horario de cierre de los establecimientos fue, con 23 casos, la infracción que motivó el año pasado un mayor volumen de denuncias, al igual que sucedió el año anterior, en el que se alcanzaron las 33. Pero en 2016 fue el exceso de ruido producido en los locales, con 23 denuncias, la falta más frecuente, cuando al año siguiente descendió a 15 y en 2018 se situó en 16 denuncias.

Las deficiencias en los equipos destinados a la limitación del ruido fueron el motivo de 10 denuncias el año pasado, frente a las 12 del anterior y las 7 del precedente. La superación del horario autorizado para mantener las terrazas tan solo fue la causa de 6 denuncias en 2018, cuando el año anterior había llegado a las 20, tras un repunte sobre 2016, en el que se contabilizaron 14.

Los agentes sorprendieron además en cuatro ocasiones a personas fumando en estos establecimientos, lo que generó otras tantas denuncias a los propietarios, cuando en los dos años precedentes se presentaron 6 propuestas de sanción por este mismo motivo. El incumplimiento del aforo establecido para cada local solo dio origen a una denuncia en 2018, por tres casos el ejercicio anterior y dos en 2016.

La labor de inspección fue la que concentró un mayor número de actuaciones de la Policía Local en este campo, con 183 intervenciones, entre las que se contabilizan el control de la contaminación acústica, la comprobación de que las puertas están cerradas para no dejar salir el sonido, la disponibilidad de hojas de reclamaciones, las quejas por la actividad de las terrazas o la salida de clientes al exterior con consumiciones.

Los agentes realizaron además 52 intervenciones de policía administrativa para entregar notificaciones a los gestores de los establecimientos, controlar el cumplimiento de las medidas adoptadas o precintar locales, mientras que durante todo el año no se llevó a cabo ningún control de aforo según la memoria policial, a pesar de que consta una denuncia presentada por este motivo.

Al margen de la actividad hostelera, los policías del turno de noche actuaron en 2018 en 93 situaciones de conflicto motivadas por el ruido nocturno para comprobar que se producían y mediar con los implicados, cuando el año anterior fueron 108 y en 2016 se llegó a las 101. Las molestias de este tipo ocasionadas por animales domésticos „casi siempre originadas por haber quedado solos en la vivienda durante la noche„ fueron 16, tres más que en 2017, aunque un año antes se habían alcanzado las 30 intervenciones por este motivo.

Los ruidos causados en domicilios motivaron la imposición por los agentes municipales de 18 denuncias, la mitad que en 2017, mientras que el año anterior se alcanzaron las 49.