La Policía Nacional ha detenido a ocho grafiteros, dos de ellos en A Coruñadetenido ocho grafiterosA Coruña, en una operación que ha dado como resultado la desarticulación de tres grupos que realizaban grafitis en trenes y vagones de Renfe en distintas localidades del norte de España. El principal investigado es uno de los arrestados por los agentes de la Jefatura Superior de Policía de Galicia, al que se le atribuyen más de 500 pintadas en la ciudad. Firma sus pintadas con el tag COAS, aunque utiliza también los nombres GOAS, KOAS, KYOS y YOS. Acumula detenciones por hechos violentos y en su domicilio, que fue registrado, se le intervinieron armas de fuego, grilletes y una placa de policía simulada, por lo que se decretó su ingreso en prisión.

Las demás detenciones se produjeron en Madrid, Burgos, Miranda de Ebro y León, donde los policías arrestaron a tres personas, informa el 091. En conjunto, se les imputan 128 delitos de daños en 4.367 metros cuadrados de superficie por un valor de 556.217 euros, de los que 215.640 corresponden a los 70 delitos que se le achacan a COAS.

Este grafitero ha estado bajo el punto de mira del Ayuntamiento desde hace tres años. A finales de 2018, el Concello contrató a la empresa Orión Analistas, de peritos calígrafos, criminalistas y analistas de inteligencia, para centrarse en la identificación de autores de pintadas en bienes públicos y privados. Gracias a su trabajo y a los informes de la Patrulla Verde de la Policía Local, el Concello pudo descubrir que detrás de al menos quince pintadas ilegales se encontraba la misma persona, que ponía la rúbrica a sus trabajos con distintos nombres, entre ellos COAS. Sus creaciones estaban en la Ciudad Vieja, Pescadería, Oza, A Gaiteira, partes de la ronda de Outeiro y la avenida de Arteixo y el paseo marítimo.

El Concello llegó a sancionar al autor de estos grafitis con cinco multas que ascienden a 2.000 euros y el servicio de Medio Ambiente también mantuvo encuentros cara a cara con el grafitero para explicarle los daños públicos y privados que estaba causando y disuadirlo de continuar con su actividad. Ni pagó las sanciones ni accedió a dejar de realizar pintadas, por lo que el Ayuntamiento remitió el caso a la Fiscalía.

GRUPOS MUY ORGANIZADOS

COAS forma parte de uno de los tres grupos de grafiteros desmantelados por la Policía Nacional. Los detenidos organizaban sus actuaciones de manera meticulosa, con estudios previos de los lugares en los que iban a actuar, y se movían con grandes medidas de seguridad para evitar ser identificados. Vigilaban los finales de vía ferroviaria, cocheras o talleres en los que tenían localizados trenes para pintar y accedían a estas zonas rompiendo verjas o puertas tras esquivar los dispositivos técnicos de vigilancia. Actuaban casi siempre de noche, fuera del alcance de las cámaras o con el rostro cubierto con gorros y bufandas para no ser reconocidos.

Los vagones del ferrocarril son uno de los objetivos preferentes de los grafiteros, que no tienen en cuenta que se trata de bienes públicos en los que su actuación puede ser definida como un daño, señalan desde la empresa Orión Analistas. La limpieza de un vagón tiene un coste de entre 4.000 y 8.000 euros, estiman. El 091, tras las ocho detenciones, eleva a más de medio millón de euros los daños ocasionados por los grupos de grafiteros.