Alcohol, tabaco, drogas. Muchas son las adicciones que han protagonizado campañas de concienciación, inversión en prevención o legislaciones restrictivas para evitar su consumo. La ludopatía, menos tratada por parte de las administraciones, lleva décadas afectando a cientos de personas, pero hace pocos años que han saltado las alarmas con respecto a las apuestas, sobre todo deportivas, en locales específicos o máquinas instaladas en locales de hostelería. Vecinos, entidades contra la ludopatía o grupos municipales alertan de la situación, que afecta cada vez más a menores, según las estadísticas, y piden mayor vigilancia en su acceso. La Xunta está tramitando una nueva norma, que coloca a 300 metros de centros educativos estos negocios e impide que se otorguen licencias para nuevas aperturas en la comunidad. Cuenta con que la normativa esté aprobada este mismo año.

Los datos y la normativa. Vicepresidencia de la Xunta ofrece los datos que afectan a la ciudad en este tipo de juegos. Existen actualmente nueve casas de apuestas, 17 salones de juego con máquinas para apostar y un total de 239 locales de hostelería tienen una máquina de este tipo, lo máximo que pueden tener por ley, apuntan desde el departamento autonómico. Los negocios específicos, según la normativa, no podrán crecer, tanto en A Coruña como en el resto de Galicia, según el anuncio que realizó el Gobierno gallego cuando comenzó la tramitación de la nueva ley.

La normativa actualiza una anterior, de 1985, y pretende aplicar diversas medidas para paliar la influencia de estos locales en la ciudadanía. Prohibir los bonos de dinero para captar clientes y colocar dispositivos de control de acceso a menores como en las máquinas de tabaco en locales de hostelería y de acceso en casas de apuestas son algunas de las medidas que contempla el anteproyecto de ley. Ahora mismo, según Vicepresidencia, el texto está en información pública y el definitivo pasará para informe a la Comisión Europea. Después será aprobado por el Consello de la Xunta y llegará al Parlamento.

Los vecinos. Las asociaciones vecinales donde han aparecido carteles contra las casas de apuestas recientemente reconocen estar desconcertadas. No conocen el origen de la protesta, pero remarcan que la "preocupación" es palpable en los barrios, tanto en Os Mallos como en los alrededor de Riazor. Desde la primera de las zonas, la presidenta de la entidad, Aida Antón, conoce la existencia de una gran casa de apuestas en la ronda de Outeiro, en el cruce con avenida de Arteixo, y sabe que abrieron otro establecimiento de este tipo cerca de allí. "Cuanto más alejadas estén, mejor, y si no existen, aún mejor", apunta la dirigente vecinal, que añade que estos locales no están "bien vistos" entre los residentes.

Desde Labañou, Felisa Pérez admite que en un local de hostelería del barrio donde hay una máquina de apuestas hay "mucho movimiento" de jóvenes, aunque también de mayores. "Nos llama la atención la entrada y salida de personas", explica la presidenta vecinal, que no conoce ningún caso concreto de ludopatía, pero, lamenta, "este problema siempre lo hubo entre personas mayores".

Los afectados. Desde la Asociación Gallega de Ludópatas Rehabilitados, Agalure, destacan dos problemáticas específicas que encuentran entre los usuarios que llegan a la entidad. "Está en manos de los reguladores tomar medidas apropiadas", advierten. Por una parte, reprochan que las casas de apuestas puedan estar a pocos metros de los centros educativos o que "incluso", remarca el vocal Gerardo Rodríguez, al lado de un parque infantil. La falta de control en el acceso en cuanto a menores, dice, lo tienen documentado con testimonios de algunos afectados y el "reclamo" de consumiciones baratas también es uno de los factores para que menores y jóvenes sean asiduos a este tipo de establecimientos.

Con respecto a la instalación de máquinas de apuestas en locales de hostelería, el representante de Agalure remarca la ausencia de vigilancia para que menores accedan a las mismas o a personas que tienen prohibido el acceso a este tipo de dispositivos „existe un registro voluntario de personas que, por problemas anteriores o precaución, tiene prohibido el acceso a lugares con máquinas de juego„. "Existen medios tecnológicos para poder comprobarlo", denuncia. Desde la entidad reprochan que las administraciones restrinjan el acceso a alcohol y tabaco entre menores de 17 años pero que los riesgos de caer en la ludopatía no sean tomados en serio para tomar medidas específicas.

Los grupos. Dos grupos políticos que formarán parte de la nueva corporación municipal llevaban en su programa electoral intentar frenar este tipo de problema entre los jóvenes. El BNG prometía elevar las tasas de apertura de locales de apuestas, aumentar los registros policiales para evitar el acceso a menores y prohibir los anuncios de estas empresas en instalaciones municipales o en el bus urbano. Fuentes nacionalistas recuerdan que la eurodiputada Ana Miranda ya presentó una pregunta en enero a la Comisión Europea para que hubiera una regulación común para frenar la expansión de estos locales por el "incremento de los casos de adicción en menores de 30 años".

Los socialistas incluían entre sus promesas "regular" la apertura de casa de apuestas cerca de "colegios, institutos y centros juveniles", en consonancia con la normativa autonómica al respecto. Desde Marea Atlántica consideran que la "proliferación" de estos negocios es "un riesgo creciente para la salud pública", sobre todo para los más jóvenes. Asumen que las instituciones deben tomar medidas "de control y prevención" y defienden que, en su mandato, el programa municipal de prevención de drogodependencias y adicciones incluyó líneas de acción con respecto al "uso indebido de las TIC y los juegos online".

Desde el PP apuestan por subir la distancia a centros frecuentados por jóvenes hasta los 500 metros y creen "clave" que haya controles para evitar que los menores entren en estos locales así como que se restrinja la publicidad de apuestas. Ciudadanos se centra en la específica prohibición de negocios de este tipo cerca de colegios o edificios públicos que frecuenten menores y aplaude que la Xunta haya asumido la redacción de una nueva norma al respecto.