La reforma de Alfonso Molina, como la intermodal, se transmite de un mandato a otro, pero sin avances aún en la infraestructura. El proyecto, de unos 23 millones de euros, se divide en tres partes: la construcción de la pasarela en la zona de Pedralonga, la remodelación de la avenida y la integración ambiental, con el fin de que la intervención global humanice la zona y mejore la seguridad en el vial y en su entorno, según el acuerdo alcanzado por Fomento y el Gobierno de Marea Atlántica.

La pasarela es el proyecto más avanzado, con su construcción redactada, apuntó ayer Losada. Se prevé que los márgenes cuenten con sendas peatonales, zonas ajardinadas y carril bici, como defendió Marea. Pero el Gobierno local del PSOE se opone a la ampliación de carriles en la avenida porque se asemejaría a "una autopista", aunque el proyecto diseñado hasta ahora recoge su añadido en algunos puntos del vial.

"Estamos avanzando en la fase de redacción", aclararon Losada y Rey, por lo que abren el proyecto general a nuevas aportaciones y "posibles mejoras". "Estudiaremos el proyecto y si se adapta a las necesidades de la ciudad, se mantendrá. Lo analizará el concejal de Urbanismo y Movilidad", comentó la alcaldesa, que resaltó que "no se tomarán decisiones aisladas en un proyecto global de movilidad para toda la ciudad".