Los nueve escaños obtenidos en las elecciones municipales y la gestión en solitario que asumirá durante el mandato han obligado al PSOE a formar un Ejecutivo municipal en el que inevitablemente el reparto de competencias deja a algunos concejales con numerosas responsabilidades. "Coordinación" ha pedido la alcaldesa a su equipo de gobierno en estos cuatro años, tras anunciar ayer su configuración y resaltar que el trabajo "va a ser mucho más compacto y común" que en mandatos anteriores.

Saber coordinar dentro de una misma concejalía va a ser el reto para los ediles que más funciones acumulan. Uno de ellos es el portavoz del grupo y número dos de la candidatura con que Inés Rey concurrió en las elecciones, José Manuel Lage Tuñas, también diputado provincial aunque sin área de gobierno, quien estará al frente del área de Economía, Hacienda y Régimen Interior.

Juan Díaz Villoslada será otro concejal con mucho trabajo: de él depende Urbanismo, Vivienda, Infraestructuras (departamentos concentrados entre 2015 y 2019 en la Concellaría de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, de la que fue titular Xiao Varela) y Movilidad (encomendada a otro edil, Daniel Díaz Grandío, en la etapa de gobierno de Marea Atlántica).

Yoya Neira, la única superviviente socialista de la Corporación anterior „y de las precedentes desde 2007„ reunirá bajo su responsabilidad hasta tres competencias que en el mandato anterior tuvieron sendas ediles responsables: Benestar Social (equivalente a la Xustiza Social de Marea con Silvia Cameán y Servicios Sociales del PP con Miguel Lorenzo), Igualdad (sin el complemento de la Diversidad de la que se encargó Rocío Fraga) y Participación Ciudadana, departamento creado por la aún edil de Marea Claudio Delso tras las elecciones de 2015.

Eva Martínez Acón, también presidenta de la Ejecutiva local del PSOE y afín al secretario nacional, Gonzalo Caballero, hereda de Alberto Lema la responsabilidad del Empleo en la ciudad, al que añade las áreas de Innovación, Industria y Consumo. Otra edil que asumirá más de un apartado de gestión es Diana Cabanas, al frente de Turismo y Comercio, ámbitos sin concejalía específica en los últimos cuatro años, cuando estuvieron adscritas al área de Economía Local e Emprego. Cabanas, que fue Meiga de Honor en dos ocasiones, tendrá además el control del IMCE, organismo que gestiona las fiestas y eventos que se representan en el Coliseum y los teatros Colón y Rosalía, y que se disgrega de Cultura, aclaró la alcaldesa.

Cultura pasa a ser este mandato competencia de Jesús (Chero) Celemín, quien desde hace medio año es presidente de los directores de colegios públicos de A Coruña. Esta experiencia le servirá para tener a su cargo también las funciones de Educación, así como Memoria Histórica.

Deportes, al contrario que desde 2015 hasta ahora, se desvincula de Cultura. La gestión de su actividad se circunscribe a un área concreta, cuyo titular será José Ignacio Borrego, uno de los tres adversarios de Rey en las primarias socialistas, quien le entregó su apoyo tras quedar fuera en la votación de la primer vuelta. Rey prometió en campaña que Deportes, por su importancia, constituiría una concejalía única. Es por eso también que Borrego queda nombrado como primer teniente de Alcaldía. Yoya Neira será la segunda y Fontán y Acón tercera y cuarta.

Medio Ambiente es la materia de Esther Fontán. Tampoco la alcaldesa se libra de la acumulación de competencias. Añade a sus tareas Seguridad Ciudadana, un movimiento que también hizo Xulio Ferreiro. En dos años dio marcha atrás y delegó. Rey se encargará además de Normalización y Barrios.

Los ediles tienen su primera junta de gobierno mañana. Lo que aún no se sabe es cuándo se celebrará el pleno de organización del Concello, que definirá los salarios, asesores y los medios con los que contará cada grupo. Desde el PP, la portavoz Beatriz Mato calificó ayer de "desbordado" el Gobierno de Rey, a quien censuró que tardase diez días en constituirlo. La número uno de los populares vaticina que "la ciudad va a pagar cara la absoluta dependencia de la Marea". Marea Atlántica, por su parte, denuncia la "pasividad" del PSOE en la negociación y se muestra preocupado por que, en Santiago, los socialistas llegaron a un acuerdo con el PP para pactar la organización y los salarios, lo que no ayuda, dicen, a crear un clima de confianza.