Un joven coruñés, de 32 años, fue detenido en Lugo, donde trabaja y reside, porque presuntamente difundió a través de un grupo de WhatsApp vídeos de su expareja masturbándose. La mujer, de 30 años, presentó la denuncia ante la Policía Nacional, que investiga el caso, confirmaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Galicia.

Las imágenes de la mujer masturbándose circularon entre los compañeros de trabajo de una empresa de seguridad de la ciudad. Todos ellos conocían a la víctima, y uno la avisó de lo que estaba sucediendo. La mujer, que en cuanto se enteró presentó la denuncia, reconoció que había enviado dos vídeos íntimos el año pasado a la que entonces era su pareja sentimental, que ahora reside en Lugo, donde ha rehecho su vida con otra mujer.

La Policía Nacional inició entonces una investigación. Los agentes del 091 identificaron a uno de los miembros del grupo de WhatsApp en el que se viralizaron los vídeos. El chat se denomina Pajillas más el nombre de la empresa en la que trabajan. Este aseguró que fue el exnovio de la víctima el que filtró los vídeos a través del servicio de mensajería instantánea hace apenas dos semanas.

La Jefatura Superior de Policía de A Coruña solicitó a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la comisaría de Lugo que localizase y detuviese al autor de la difusión de las imágenes de carácter sexual. Así, fue arrestado en la capital lucense, donde prestó declaración en la comisaría. Quedó en libertad en calidad de investigado „nueva denominación jurídica de imputado„ a la espera de que lo cite el juzgado de A Coruña que instruye el procedimiento.

Al detenido se le podría atribuir un delito de revelación de secretos que, según recoge el Código Penal, puede acarrear penas que van de uno a cuatro años de prisión, así como multa de doce a 24 meses. Los casos en los que se cometen este tipo de delitos varían según las circunstancias de la víctima, en las que la relación familiar o de pareja e, incluso, el ámbito laboral son determinantes. La normativa advierte de que "la pena se impondrá en su mitad superior cuando los hechos hubieran sido cometidos por el cónyuge o por persona que esté o haya estado unida a él por análoga relación de afectividad".

Caso similar

Esta detención por enviar a sus compañeros los vídeos de su expareja masturbándose recuerda al caso de una trabajadora de una empresa de automoción. La mujer se suicidó en Madrid después de que se difundiera masivamente un vídeo sexual suyo entre sus compañeros de trabajo. Las imágenes de la víctima, que tenía 32 años y era madre de dos niños, son de hace cinco años, antes de contraer matrimonio, pero se viralizaron en la empresa en mayo.