Hay un puesto en el mercado municipal de Monte Alto que vende alimentos de juguete y maneja dinero de mentira. Sus comerciantes y clientes son menores de edad, pequeños que cursan Educación Infantil acompañados por sus madres y padres o por sus profesoras. El establecimiento se llama A Tenda de Antón y comenzó su actividad en abril de 2015. Se trata de un proyecto impulsado por la Escuela Infantil Municipal de Monte Alto, cuyos alumnos utilizan durante el curso para "interactuar y aprender a socializar y hacer barrio", como resume la directora del centro, Montse Sancho. Hace tres años, esta tienda particular recibió una distinción especial de Unicef, el premio a las Buenas Prácticas, junto a otro proyecto de la escuela coruñesa Carricanta. Este año acaba de ser incluido entre los finalistas del Premio Acción Magistral, promovido por BBVA y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), que entrega premios en metálico (4.000 euros) para cuatro candidatos de cuatro categorías.

Acción Magistral suscitó el interés de 348 proyectos de centros escolares de Infantil, Primaria y Secundaria, de sus docentes, sus alumnos y sus asociaciones de madres y padres. Lo que premia es la creatividad, la innovación y el impacto social educativo de las iniciativas. A Tenda de Antón está incluido entre los 40 proyectos de centro finalistas al haber superada la fase inicial de valoración autonómica. También han superado el primer juicio otras dos iniciativas emprendidas en la provincia: Aturuxo Films. Imaxinando Músicas, del IES de Cacheiras en Teo, y un proyecto del AMPA del CEIP Os Casais de Fene.

La segunda fase será de votación popular a través de la página web www.accionmagistral.org, en la que cualquier usuario podrá apoyar las candidaturas que a su juicio sean innovadoras simplemente con asignarle un like. El ranking resultante supondrá el 30% de la puntuación total para la elección de los premiados en la siguiente fase, la última, que se realizará de forma paralela a la segunda y en la que un jurado de expertos de los ámbitos educativo y social valorará las finalistas.

A Tenda de Antón se puso en marcha con la ocupación de un puesto vacío que había en el mercado municipal de Monte Alto, junto a la escuela infantil. Tras solicitar permiso del Ayuntamiento y con la obtención de financiación por parte de la Fundación Barrié, las docentes instalaron un pequeño mercado con pan, pescado, fruta y pasteles de juguete para que sus alumnos "adquiriesen conciencia de su presencia en la ciudad". "El puesto de Antón es un espacio pensado para dar protagonismo a los niños y relacionarse con su entorno en el aspecto familiar, comercial, educativo y el social", explica la directora del centro.

Desde que el puesto del ficticio placero Antón está abierto, los alumnos de la escuela de Monte Alto y de otros centros de Educación Infantil de la ciudad acuden con frecuencia con sus profesoras para participar en actividades diversas, como música y cuentos, jugar a ser compradores y tenderos y familiarizarse con los alimentos y las monedas y billetes con los que comprarlos. "Hay una gran implicación y colaboración de los padres y de los placeros del mercado. La tienda es algo que forma parte de nuestra escuela y del barrio, con lo que además se dinamiza el mercado y se refuerza el vínculo entre mayores y pequeños", cuenta Montse Sancho. La escuela municipal Carmen Cervigón regaló este año a la de Monte Alto mandilones para utilizar en su puesto del mercado.