La Rede de Observación Ambiental de Galicia, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, estableció ayer la alerta en el embalse de Cecebre al revelar los últimos análisis, efectuados el pasado lunes, la presencia de cianobacterias en el agua. La medida adoptada solo tiene como consecuencia por el momento la intensificación de los controles, ya que la calidad del agua no se ve afectada y puede ser consumida sin problema, según afirmó el Concello.

Las cianobacterias se generan por un aumento de la temperatura del agua y una menor circulación de la misma, situación que suele producirse en verano a causa del descenso en la entrada de agua al embalse. Cecebre se encuentra esta semana al 77% de su capacidad y perdió un 4,5% durante los últimos siete días. El año pasado se hallaba al 90,9% en estas mismas fechas y la media de los últimos diez años es del 84%.

La aparición de las cianobacterias está asociada a la de algas que cuando alcanzan un alto grado de concentración pueden llegar a ser tóxicas, lo que lleva a las autoridades a incrementar el número de controles que se realizan de forma habitual. Un embalse cercano al de Cecebre, el de Beche, situado también en el municipio de Abegondo, estuvo en alerta por la presencia de cianobacterias desde el mes de abril hasta el pasado junio, pero en este momento se encuentra en estado de normalidad.

La detección de esos organismos hizo necesaria la realización de un mayor número de controles del agua, una situación habitual en los últimos años por el bajo nivel de circulación del agua en Beche, pero en ningún caso el volumen de algas llegó a generar toxicidad, según la información facilitada por el Concello abegondés, que explicó que en el caso de que se apreciara un alta concentración de algas habría que tomar medidas para garantizar la salubridad del agua. La alerta por la aparición de cianobacterias está decretada en la actualidad también en el embalse de A Baxe, en Caldas de Reis sobre el cauce del río Umia, y en el de As Forcadas, en Valdoviño. En el primero de ellos esta situación se mantuvo durante siete meses hasta el pasado febrero.