El aparcamiento situado junto a la gasolinera de As Xubias tiene solo 38 plazas, frente a las 366 que posee el de propiedad municipal que explota Copasa a unos pocos metros de distancia, al pie del Centro Oncológico y frente al hospital Materno Infantil, donde abrió en 2015, solo unos meses antes que su rival. Pero las tarifas más baratas que oferta el primero le hacen contar con una ocupación que llevó a Copasa a solicitar al Concello que le retirase la licencia al considerar que era ilegal.

A finales de 2018, el Gobierno local denegó la prórroga de ese permiso, lo que hizo que los titulares de este pequeño parking recurriesen la decisión, primero ante el propio Concello y posteriormente en los juzgados hace ya dos años, a lo que añadieron la presentación de una denuncia contra el Concello y Copasa por promover esa actuación.

A la espera de que hubiera una sentencia, también presentaron una suspensión cautelar de la orden de cese de actividad, que fue aceptada por el juzgado en enero de este año, pero que acaba de ser revocada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Esto supondría que el aparcamiento tendría que dejar de operar, pero Alexandre Fernández, gestor del mismo junto con su pareja, no se da por vencido, ya que prevé presentar en septiembre un recurso de casación contra la decisión del Superior.

"Arremeten contra nosotros por ser competencia directa de ellos y por el éxito que tuvimos", asegura Fernández, quien explica que la idea de abrir un aparcamiento frente al Materno le surgió porque acudía con frecuencia a ese centro hospitalario con su hijo y conocía los problemas que existen para estacionar. "Vi el terreno, me informé, fui a Urbanismo miles de veces y me dieron la licencia", explica sobre las gestiones que efectuó para poner en marcha el negocio, que de inmediato empezó a tener clientes gracias a sus tarifas.

En su opinión, la decisión del Concello de retirarle la licencia a instancias de Copasa "no tiene ningún fundamento", ya que considera que está desarrollando "una actividad en un terreno conforme a la legalidad". Para respaldar sus argumentos, destaca que el recurso contra la suspensión cautelar de su cierre no fue presentado por el Concello, sino por la concesionaria del otro aparcamiento, lo que le lleva a pensar que si la administración municipal no recurrió, su aparcamiento "no debe ser tan ilegal".

Cuando solicitó la paralización provisional del cierre de la instalación, argumentó ante el juzgado que, de no aceptarse, "se le causarían perjuicios", ya que la explotación del parking "es la única actividad realizada por los recurrentes, que constituye por tanto su medio de vida". Pero si el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 tuvo en cuenta estos planteamientos, el Tribunal Superior no los admitió, ya que consideró que la concesión de una suspensión cautelar de la orden de cierre va en contra de la obligación de las administraciones públicas "de vigilar y garantizar el cumplimiento de la normativa en materia de licencias".

Fernández destaca que tras la apertura de la instalación municipal en 2015 la Guardia Civil de Tráfico empezó a multar a los vehículos mal estacionados en el entorno del Materno Infantil y el Concello instaló bolardos en las aceras para impedir que los coches aparcasen sobre ellas. La propia Copasa reclamó al Gobierno local que actuase contra el aparcamiento irregular en la zona y amenazó con abandonar la concesión. "Quisieron hacer la zona exclusiva para ellos, sin dejar opción a aparcar en ningún otro lado", afirma Fernández, quien añade que esta semana también se prohíbe aparcar en la pronunciada cuesta que desde el Materno baja hacia la ría, pero que desconoce por qué razón. Aunque admite que al ser la avenida de A Pasaxe de una carretera nacional está prohibido aparcar en el arcén, "como hay un hospital, siempre dejaron la mano abierta, pero ahora es imposible por el carril bici".

Fernández señala además que frente a los problemas que a él se le ponen para explotar su aparcamiento, para construir el que gestiona Copasa fue necesario modificar el plan general, ya que el terreno donde se levantó estaba calificado como zona verde.