El edificio del antiguo Gobierno militar tiene cientos de metros cuadrados vacíos. Y, por ahora, ningún proyecto firme para ocuparlos. Hace más de una década que el Ministerio de Defensa se deshizo del inmueble pero solo el centro cívico de la Ciudad Vieja consiguió establecerse, con su inauguración en 2015. Desde que en 2009 pasara a manos del Ministerio de Cultura y después, en 2014, a las del Concello, se han barajado, y se barajan, diversas opciones pero aún no hay ninguna idea que vaya a impulsarse en los próximos años. El estado de conservación del inmueble, según informes técnicos, está entre los condicionantes para decidir qué tipo de usos se le da al edificio.

La que fuera ministra de Defensa, la fallecida Carmen Chacón, visitó la ciudad en febrero de 2009 para transferir al de Cultura, el coruñés César Antonio Molina, el inmueble de la Ciudad Vieja. En aquel momento había un objetivo claro: crear el Centro Internacional de la Cultura Europea (Circe). Este espacio de divulgación cultural internacional combinaría, según la propuesta inicial, una programa para el público en general, de cultura clásica, con la proyección de películas europeas, la realización de exposiciones, conferencias y conciertos con una labor de investigación mediante debates, estudios y publicaciones. Ya en aquel momento no existía un presupuesto claro para desarrollar el centro y, finalmente, la idea quedó en un cajón.

El Concello sí que impulsó la reforma de una parte del inmueble para instalar el centro cívico del barrio, que se abrió a pocos días de las elecciones municipales de 2015. Se habilitaron tres plantas „un bajo más dos niveles„ con casi 900 metros cuadrados con salas de juegos, lectura, actos y actividades y con un coste de obra de medio millón de euros. El alcalde por aquel entonces, el popular Carlos Negreira, proponía que también albergara tres entidades que tenían sede en la calle Durán Loriga. El CGAI, la Biblioteca de Estudios Locales y el Instituto José Cornide también se moverían al inmueble, pero siguen en el mismo lugar. El uso cultural, para lo que Defensa había cedido su antigua sede, era el objetivo fundamental del inmueble, pero en los últimos años la idea fue cambiando, con la petición en los presupuestos participativos por parte de la ciudadanía de recuperar el edificio para uso de todos los vecinos.

El Gobierno local de Marea Atlántica propuso que la construcción se convirtiera en un albergue a través de una alegación a los presupuestos autonómicos de 2018. Pretendía que se incluyera un millón de euros para la rehabilitación de otra parte del inmueble para acoger de manera temporal a jóvenes o peregrinos del Camino de Santiago. La actual alcaldesa, Inés Rey, mantiene la idea de que crear un espacio para este tipo de viajeros pero ofrece otra localización posible a la Xunta para hacerlo: el edificio racionalista del Metrosidero, en la zona de Pelamios.

Y, mientras el Gobierno autonómico decide dónde podría desarrollarse esta idea, el Partido Popular local también aportó algo a la tormenta de ideas para ocupar el antiguo Gobierno militar. Ante el cierre del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) por parte de la empresa energética Naturgy, antigua Unión Fenosa, en 2018 y con el interés del Concello por mantener la colección de arte de las últimas décadas, los populares apostaban por constituir un museo con este legado.

La última propuesta sobre la mesa es la del concejal de Cultura, Chero Celemín, que quiere trasladar el archivo histórico. Una idea que tendría que tener en cuenta los informes técnicos realizados en los últimos años. Uno de 2017 alerta de que si se aumentaran las "cargas" del edificio, y apuntaba a bibliotecas, estanterías o archivos, sería recomendable "sustituir el elemento estructural y mejorar el terreno mediante inyecciones".