Más de 150 fotografías y otros tantos planos son el contenido de la tercera exposición que José Carlos Alonso organiza bajo la denominación de Flujos Tras haber abordado en las dos ocasiones precedentes la vida en el barrio y su arquitectura, esta muestra recoge hasta el próximo día 30 las infraestructuras que se levantaron en esta parte de la ciudad.

Según Alonso, que ha costeado con sus propios recursos estas ambiciosas exposiciones, las infraestructuras condicionaron la vida del barrio hasta el punto de que decidió dar a su iniciativa el nombre de Flujos por el "ingente movimiento de personas y mercancías" que había en esta parte de la ciudad . "Todo eso da un carácter a este barrio como muy de paso, conocido por toda la ciudad por la necesidad de transitar por él".

La documentación expuesta en el Fórum procede del Archivo del Reino de Galicia, del Archivo Municipal y de la antigua Junta de Obras del Puerto, la actual Autoridad Portuaria, así como de aportaciones efectuadas por vecinos del barrio, al igual que en las dos exposiciones anteriores. Alonso destaca que aún persisten en la zona infraestructuras como el depósito situado construido a principios del siglo XX frente al Sanatorio Marítimo de Oza, del que partían unas tuberías que pasaban sobre la vía del tren en Casablanca sobre un puente que aún se halla en ese lugar.

Otra de las construcciones rescatadas del olvido en esta exposición es el Lazareto Sucio de Oza, del que el Puerto desconocía que quedara documentación porque estaba insertado dentro del proyecto del primer relleno de San Diego. La instalación se proyectó a finales del siglo XIX para albergar a marineros que llegaban enfermos a la ciudad porque hasta entonces tenían que ir a Vigo, lo que hacía perder ingresos a los muelles coruñeses. Tras el inicio de la guerra de Cuba, el Lazareto, que acabó dando nombre a la vecina playa, pasó a acoger a los soldados que volvían afectados por enfermedades tropicales.

También puede verse en fotografías y planos en la muestra el puente del río de Monelos, que llama la atención por sus sillares dispuestos en forma de dientes de sierra y que, junto con el que salvaba la vía del tren a corta distancia caracterizó a esta zona de la ciudad durante muchos años. Alonso exhibe además planos de la antigua carretera de A Pasaxe, el principal acceso a la ciudad durante décadas, que en principio atravesaba el núcleo de As Xubias y luego pasó a discurrir por su actual trazado.

La exposición recoge fotografías de la Estación del Norte, pero no planos porque Alonso no ha sido capaz de localizarlos. "Es como si la ciudad no hubiera tenido esa estación", destaca, porque aunque le informaron de que la documentación desapareció en el incendio que destruyó el edificio en 1964, le extraña que no haya una copia. "Me parece lamentable que la ciudad ni siquiera tenga una publicación sobre esa estación", proclama sobre un complejo del que halló documentación sobre las propuestas para su ubicación en el siglo XIX.

Alonso tiene comprometida una nueva exposición fotográfica del barrio para noviembre, pero le gustaría implicar al Ayuntamiento y a entidades vecinales en otras iniciativas de este tipo debido al esfuerzo y el coste que tiene su puesta en marcha. Aunque hay muchos planos de viviendas construidas en el barrio, cree que no serían interesante para el gran público, que sí apreciaría las numerosas fotos propiedad de vecinos a las que califica de "verdaderas joyas" como la del tranvía en As Xubias que reproduce esta exposición y en la que aparece una gallina en primer plano. Las imágenes de tranvías coruñeses son normalmente del centro de la ciudad, pero esta fue tomada en ese lugar porque allí residía el conductor.