"Haga lo que se haga hay barrios que llevan casi toda la historia de la ciudad en el mismo sitio". La organizadora del taller Arquitecturas Ambulatorias: Obradoiro de aprendizaxe-servizo co barrio de O Campanario, Cristina Botana, tiene claro el derecho que tienen los vecinos de O Portiño para decidir sobre su futuro, sea cual sea. "Tienen que estar sentados en todas las mesas en las que se hable de ese territorio", exige la arquitecta en referencia a los planes urbanísticos que contemplan una gran urbanización en este lugar frente al mar.

La personas inscritas arrancan hoy la actividad, que finalizará en octubre, y que tocará distintas partes del asunto. Los aspectos social o racial formarán parte del debate, así como el del diseño del territorio o el urbanismo. Habrá alumnos de Arquitectura, ya que la escuela participa en la iniciativa, y Botana está satisfecha de mostrar una temática que, dice, no está presente en los años de formación. "A lo largo de la carrera no hay ninguna materia ni ningún análisis. Yo lo descubrí después", explica la organizadora, que realiza una tesis sobre asentamientos precarios en Galicia.

Y es que, al margen de problemas de integración o socialización, la perspectiva inmobiliaria es de vital importancia en este barrio. Con la crisis "amainada", apunta Botana, el barrio reúne varias condiciones, añade, para ser objeto de deseo de este tipo de empresas. El Concello deberá tomar la decisión de qué hacer en el lugar, aunque la experta considera imprescindible que los vecinos tomen la palabra. Recuerda que los terrenos eran propiedad municipal y que la administración local ubicó a "familias empobrecidas" en la zona procedentes de otros lugares de la ciudad. El resultado en las últimas décadas, dice, ha sido que es un barrio "olvidado". Con el parque de Bens se abrió la vía de la "recuperación" de esta zona como asentamiento pero, apostilla, "para otro tipo de población". Por esta razón defiende que los residentes originales deben tener voz en el proceso y poner sus condiciones.

Ruta guiada

El grupo de arquitectos Ergosfera participa en el taller con una ruta, mañana, por O Portiño. En la parte dedicada a que los participantes entiendan el "contexto" del barrio, el profesional Iago Carro realizará un recorrido por la zona mostrando la diversidad de los distintos grupos de viviendas. Y es que existe un grupo de viviendas unifamiliares cerca del mar llamadas Grupo de Pescadores, otro barrio más compacto, el de O Campanario, y también muchas otras casas desperdigadas.

"No se puede entender como un lugar aislado, sino como un barrio que forma parte de un contexto", expone el arquitecto, que es optimista con respecto al futuro. El plan general, dice, se puede "reformular" de muchas maneras y considera que la ciudadanía tendría "mucho que decir" en cómo quiere que se desarrolle el ámbito, tanto los que allí viven como el resto de los coruñeses.

El propio terreno, explica, fue creciendo de manera "progresiva" y de manera irregular, con distinta tipología de vivienda, durante décadas. "Estas realidades pueden mantenerse", defiende Carro, que plantea que las edificaciones se "introduzcan" en futuras urbanizaciones. También relata que no todos los vecinos quieren mantener su residencia en la zona. Muchos, señala, se trasladarían a otros lugares vendiendo sus propiedades, pero otros quieren quedarse.

Lo que pide con vehemencia es que no se repitan algunas otras experiencias que arrasaron barrios aislados, como lo que sucedió en Penamoa. "Se usó la construcción de una autopista para eliminar un barrio", reprocha, insistiendo en el derecho de que O Portiño decida sobre su futuro. "Esta gente habita en la zona desde hace 50 años, no se pueden poner excusas para deslegitimarlos", apunta en referencia a la urbanización de 3.000 pisos proyectada por el plan general.

En la ruta de hoy, Carro les enseñará no solo edificaciones urbanísticas, sino que también les mostrará a los participantes en el taller las ruinas de fábricas instaladas en la zona en el siglo XX o restos arqueológicos, como lo que podría ser un antiguo cementerio visigodo. "Es la historia trasera de la ciudad", destaca.