La Concejalía de Servicios Social ha incluido en sus propuestas para el presupuesto del año que viene una partida para elaborar un "mapa del miedo", una radiografía de la ciudad en el que las jóvenes señalen los lugares en los que no se sienten seguras para que el Concello, desde sus diferentes áreas, pueda solucionar esta situación. En algunos casos, según explica la concejala de Servicios Sociales, Yoya Neira, bastará con mejorar la iluminación de las calles, en otras, serán necesarias otras actuaciones, como por ejemplo, enviar agentes de policía a las horas en las que ellas concluyan que corren más peligro.

Neira explica que el Gobierno local mantendrá la medida que ya puso en marcha el anterior Ejecutivo, con Marea Atlántica en la Alcaldía, de que los conductores de los buses urbanos, por la noche, paren a medio camino, entre marquesina y marquesina, para acercar, lo máximo posible a las mujeres que lo soliciten, al portal de su casa. También mantendrá la petición que se le hizo a los taxistas de que esperen a que sus clientas entren el portal antes de abandonar el lugar y seguir con su trabajo cuando hagan servicios por la noche.

La idea del Concello es iniciar un proceso participativo con escolares de todos los centros de la ciudad, para que no se quede fuera del mapa ningún lugar que dé miedo a las jóvenes cuando pasan por ahí, de día o de noche. Se hará a través de sus ojos, pero redundará en la seguridad de todas las personas que pasen por esas zonas. "Ya veremos si empezamos el proceso en primero o en segundo de Secundaria, porque ahora empiezan a salir antes... Cogeríamos una serie de centros de la ciudad con muestreo de niñas suficiente, para que nos digan las horas y los lugares en los que se sienten inseguras en la ciudad. Cuando tengamos ese análisis, los servicios municipales dirán cómo se soluciona", explica la edil de Servicios Sociales.

"Con ese mapa, lo que queremos es hacer esos lugares más seguros, por ejemplo, con un refuerzo de la iluminación o con un refuerzo de la policía o de los servicios de vigilancia puede ser suficiente y queremos hacerlo a través de procesos participativos", resume.

Neira confía en que ningún grupo se opondrá a que esta partida se incluya en los presupuestos municipales, ya que se trata de hacer "intervenciones en la ciudad desde el punto de vista de género". La concejala prevé que, una vez que se realice el "mapa del miedo", las demás áreas del Concello trabajen para evitar que haya lugares oscuros en los que las mujeres no se encuentran seguras y que estas pequeñas intervenciones completen el servicio que ofrecerán los espacios violetas que se instalarán en la ciudad, lugares en los que se ofrecerá información sobre violencias machistas y a los que las mujeres puedan acudir para sentirse a salvo.