El servicio de transporte público puesto en marcha por el Concello de Arteixo para unir las parroquias es usado de forma tan habitual por algunas personas que ya existe una confraternización entre los usuarios y el personal. Ayer, una viajera que cumplía años no dudó en regalar caramelos a la conductora, que a su vez esperó por otro que al despistarse en la parada estuvo a punto de perder el bus.