En plena campaña municipal contra el mal aparcamiento hay conductores que aún siguen sin perde sus malos hábitos, incluso en zonas de acceso prohibido o restringido a los vehículos. El dueño de un turismo lo aparcó ayer por la mañana en la calle Riego de Agua frente al teatro Rosalía, ante la sorpresa de los peatones. Minutos más tarde llegaron dos policías locales, que tras un breve rato de espera multaron al conductor. Este apareció poco después y confesó que no volvió enseguida a su vehículo porque se había despistado. Los agentes lo ayudaron a sacar el coche de la zona.