La familia Franco ha logrado aplazar la vista por la ocupación simbólica de la Casa Cornide, en A Coruña, al solicitar que se eleven las penas que el juez pide para los nueve activistas del BNG que protagonizaron la protesta.

Fue en septiembre de 2017 cuando un total de nueve activistas vinculados al BNG accedieron al balcón de este inmueble propiedad de la familia del dictador, y situado en la Ciudad Vieja, para exigir su devolución al patrimonio público.

El número uno del BNG al Congreso por A Coruña e integrante del colectivo 19 de Meirás, que protagonizó otra ocupación simbólica en el Pazo de Meirás, Néstor Rego, explicó que el juicio fue "suspendido" porque los siete nietos de Franco consideran que la calificación como delito de faltas que tenía establecido el juez "no era suficiente".

Según ha informado Néstor Rego, la familia del dictador solicita que se les imputen cuatro delitos, "entre ellos alguno que ya utilizó en el caso del Pazo de Meirás" como "violación de morada o delito de honor" que, conforme señaló, podrían suponer "penas de hasta 13 años de prisión".

"Nos parece un despropósito desde el punto de vista político y jurídico", manifestó Rego, que subraya que el BNG, formación a la que están vinculados los activistas que protagonizaron los actos simbólicos, "no se va a echar atrás".

"Vamos a mantener con firmeza la recuperación de todo el patrimonio robado por el dictador Franco y vamos a plantar cara, incluso este 10 de noviembre para que el BNG pueda ser una garantía firme de la defensa de la democracia y los derechos también en el Congreso", concluyó.