El Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña emitió el pasado 31 de octubre un auto en el que considera cumplido el concurso de acreedores de la inmobiliaria Conjuntos Residenciales Santa Cristina, que había sido aprobado en septiembre de 2014. El documento menciona que la empresa comunicó el pasado 2 de septiembre el pago de la última cantidad que estaba pendiente a entidades financieras. El auto señala que el Ayuntamiento coruñés fue el único acreedor con deuda privilegiada que aceptó el convenio, por lo que el resto de ellos tuvieron que llegar a acuerdos individuales con la compañía.

Las deudas incluidas en el convenio se abonaron durante los dos años siguientes a la firma de ese documento, mientras que las que quedaron fuera del mismo comenzaron a pagarse desde el fin de ese plazo, aunque sin aplicarles ninguna quita. Abanca fue la entidad financiera que soportó una mayor deuda, ya que tuvo que hacerse cargo del préstamo de 7 millones de euros que Caixa Galicia había concedido a Conjuntos Residenciales para poner en marcha una iniciativa inmobiliaria en Andalucía.

La empresa fue una de las víctimas de la crisis del sector, ya que de los 23,3 millones que facturó en 2010 cayó hasta los 8,3 millones al año siguiente, que ya cerró con pérdidas. Durante los años de crecimiento, Conjuntos Residenciales llegó a promover 600 viviendas en la comarca coruñesa, situadas en Perillo, Santa Cristina, Sada y O Burgo, además de en los barrios de Vioño y Os Pelamios en la ciudad.

Proyectos paralizados

La irrupción de la crisis impidió a la empresa poner en marcha un proyecto en el parque de Eirís junto al Hospital Universitario, así como otros diseñados para As Xubias y Oleiros. La imposibilidad de acometer el plan que iba a desarrollarse en la localidad malagueña de Mijas fue el que animó a Conjuntos Residenciales a solicitar el concurso de acreedores, debido al volumen de la deuda que se generó.

La compañía trató antes de vender suelo para el que ya contaba con licencias de edificación, aunque no pudo resolver sus problemas financieros hasta la aprobación del concurso de acreedores en 2014.