Repsol Petróleo ha dado un paso más para poder operar en el puerto exterior de Langosteira. Ha obtenido la licencia de obras del Concello de Arteixo para ejecutar la construcción de la terminal de graneles líquidos para la descarga de petróleo, en la que invertirá 18,7 millones de euros. Este proyecto se une al poliducto, que ya tiene licencia en el término municipal arteixán y espera por la de A Coruña. La multinacional ya tiene en marcha desde hace meses la obra marina del pantalán.

La terminal de la empresa energética estará compuesta por un atraque de buques petroleros, elementos de descarga, dos tubos de crudo y uno de agua potable que sirven de conexión entre el frente de atraque y unas bombas Booster, equipamiento del pantalán y los sistemas de control y seguridad. El tráfico que se manipulará en esta instalación será "de petroleros para la descargada de crudo", según recoge la licencia de obra presentada por la firma.

La terminal podrá recibir buques de entre 30.000 y 200.000 toneladas de peso muerto (cifra real que un buque puede transportar cuando está cargado hasta el calado máximo admisible). La previsión de volumen mínimo de descarga es de un millón de toneladas de crudo al año. El recinto dispondrá de tres bombas con una capacidad total de 6.000 metros cúbicos por hora, según indica la autorización.

Las principales operaciones que se realizarán son la entrada y salida a puerto, asistencia de remolcadores, atraque de barcos y descarga de petróleo por medio de brazos de descarga a través de tubos hasta la zona de bombeo.

Repsol solicitó en mayo de 2018 la licencia de obras del poliducto y la terminal en Langosteira. Lo hizo en los ayuntamientos de A Coruña y Arteixo. Este último es el que tiene que dar el visto bueno a las instalaciones de Langosteira, ya que el puerto se ubica íntegramente en este municipio.

El proyecto de la multinacional incluye además una subestación eléctrica secundaria, una sala de control, una caseta de control en el frente del atraque, una garita de vigilancia y una caseta de bombas con el sistema contraincendios y el pantalán, que en conjunto ocupan una extensión superficial de lámina de agua de unos 20.000 metros cuadrados.

En la zona terrestre, las tuberías se dispondrán a lo largo del dique de abrigo, en la galería construida en el espaldón, para continuar por la explanada portuaria hasta llegar a la zona en la que se instalarán las bombas necesarias para mover el crudo hasta la actual refinería mediante el poliducto. La licencia recoge que la superficie necesaria para la implantación de las conducciones, equipos y edificaciones de tuberías es de casi 46.000 metros cuadrados, de los que 16.000 se corresponden a la conducción de tuberías y 29.000 a la zona de ubicación de las bombas e instalaciones auxiliares.

Repsol presentó en el Concello de Arteixo en el mes de octubre una comunicación previa de la actividad de operaciones portuarias para la descarga de crudo y el justificante de haber abonado las tasas. También remitió una copia del acuerdo del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de A Coruña para la concesión a favor de Repsol Petróleo.

La licencia de obra que da luz verde a las obras de la empresa establece un plazo de inicio de los trabajos de seis meses y tres años para la finalización, aunque dispone de la posibilidad de solicitar prórrogas.

La otra actuación que tiene pendiente la compañía energética es el poliducto para transportar crudo entre el puerto de Langosteira y la refinería. El largo del poliducto será de 3,8 kilómetros bajo tierra, 1,3 en terreno coruñés y el resto, en el arteixán. Partirá de Langosteira y bordeará por el sur el núcleo rural del puerto de Suevos. Después bajará hacia el entorno del campo de fútbol. A continuación irá en paralelo a la autovía de acceso a la dársena hasta entrar en el término municipal de A Coruña. Una vez ahí, entrará en la refinería por las proximidades del núcleo rural de Nostián.

El poliducto contará con 11 tuberías, de los cuales dos estarán destinadas al transporte de crudo. Las restantes servirán para otros combustibles, aunque no se utilizarán inicialmente. La infraestructura proyectada por Repsol contará con un sistema de detección de fugas e intrusismo, según recogía la documentación técnica. La empresa ya explicó que tan pronto como tengan ambas licencias podrán iniciar la tramitación de las obras.

La Autoridad Portuaria de A Coruña demoró hasta el año 2021 el inicio de las actividades de la empresa en punta Langosteira, que el convenio firmado en octubre de 2013 fijaba para abril del año pasado, por lo que ya acumulan casi un año de retraso.

Repsol señala que el traslado de parte de sus actividades a la dársena exterior se divide en tres proyectos: modificaciones en la refinería, el poliducto y sus instalaciones auxiliares y la obra marina. La inversión de todas actuaciones asciende a un total de 80 millones de euros.

La multinacional ya tiene en marcha los trabajos sobre la lámina de agua de Langosteira, donde ejecuta el nuevo pantalán, donde atracarán los petroleros. Fuentes de la firma explican que el "relleno de la base" ya está colocado y que actualmente se trabaja en las capas superiores. Los trabajos se encuentran bastante avanzados.