La concesión del bajo del mercado de San Agustín saldrá a concurso de nuevo en enero de 2021, según ha confirmado el Gobierno local a Marea Atlántica, en respuesta a sus preguntas escritas al Pleno. Hasta entonces, la concesión la tiene Gadisa, que explota las instalaciones con el supermercado. Será cuando se cumpla el contrato cuando, según desvela el Gobierno local,"saldrá nuevamente a licitación pública" la concesión del bajo.

Sobre la mesa está también la reforma integral del mercado de San Agustín, que está pendiente de un "informe detallado del estado de las instalaciones" que están realizando técnicos para analizar cuáles son sus condiciones actuales y qué actuaciones son necesarias, según revela el Gobierno local. Adelanta también que "buscará las soluciones más apropiadas" y que serán "consensuadas con los vendedores y vendedoras" del mercado para darles una alternativa mientras se ejecutan las obras en el inmueble.

La presidenta de las placeras de San Agustín, Ángela Barrán, explica que el edificio necesita no solo obras de mantenimiento para su puesta a punto sino también que se piense qué se quiere hacer con él. "Si se piensa hacer un modelo de supermercado en el bajo y plaza con locales de restauración y actividad continuada en la primera planta... Eso ya lo hay y no funciona, es un modelo que ya está obsoleto y que fracasó en otras ciudades de características similares a las de A Coruña", relata Barrán, que considera que es necesaria una reflexión profunda sobre este tema. "En los países del norte de Europa ahora están apostando por un modelo que integra la plaza y el supermercado, hay que tenerlo en cuenta, porque son nuevos tipos de negocio, aunque es un cambio que, igual no todo el mundo entiende", explica Barrán, que cree que, cuando se haga la tan prometida reforma en el mercado, será necesario que las placeras sean reubicadas en otro lugar, para no pasar "dos años o dos años y medio" entre obras.

"Seguro que no vamos a estar todos de acuerdo y habrá que apretarse el cinturón, pero es necesario", sentencia Barrán. Sobre el futuro del supermercado, asegura que ha solicitado ya al Gobierno local que la reforma en el edificio no permita que el nuevo concesionario pueda poner la puerta del negocio a pie de calle, sino que siga donde está, metida dentro del mercado. Sobre la posibilidad de que los pliegos incluyan una cláusula en la que se le prohíba al supermercado contar con una sección de frescos, Barrán explica que, para ello, ha de haber una reflexión interna de las placeras antes, ya que eso solo lo pueden pedir si ellas van a abrir sus puestos en el mismo horario que el supermercado „de lunes a sábado, de 9.00 horas a 21.30 horas„, algo que no se acerca a sus intereses.

Podrían, sin embargo, mantener su horario actual, pero solicitar que el supermercado no tenga en primera línea productos que entren en competencia directa con los que se venden en la plaza, y que tampoco publiciten las ofertas de pescado, verduras y carne.

Las placeras solicitan que, sea quien sea la próxima adjudicataria de las instalaciones del supermercado, su ubicación no debería cambiar, de modo que se respete la distribución actual del mercado „hay puestos con tiendas en los laterales del edificio, antes de llegar a la entrada del supermercado„.