Las asociaciones de inclusión social alertan de la situación de emergencia por la falta de vivienda en la ciudad para personas en riesgo de exclusión. Así lo trasladaron al área de Benestar Social en una reunión del Consello de Inclusión Social, que tendrá que volver a formarse por el cambio de Gobierno. Lo que más preocupa a estas entidades es la escasez de inmuebles dedicados a alquiler social. "Somos conscientes de que el número de usuarios crece y tienen problemáticas muy distintas. Además, los precios de la vivienda en la ciudad son muy elevados", analiza la concejala de Benestar Social, Yoya Neira.

El plan del Concello para paliar esta situación es que en las promociones de vivienda que se inicien a partir de ahora "se destinará una parte a Servicios Sociales". También se intenta dar un nuevo uso a los inmuebles vacíos. "Se han pasado once viviendas de Urbanismo a Servicios Sociales para que dispongan de ellas", añade Neira.

La realidad es que los albergues están colapsados y que los usuarios no tienen alternativa cuando tienen que dejarlos. "No hay un recurso de transición hacia la vida autónoma", expone Rocío Barros, de la Fundación Hogar de Santa Lucía, que cuenta con 19 plazas que "llevan años completas". En esta casa de acogida para mujeres sin hogar "no hay un tiempo límite de estancia", pero esto también puede ser un inconveniente porque, según Barros, "puede ser un desarraigo". "Hay usuarias que pasan aquí cuatro años. Pero lo cierto es que cuando salen, no encuentran otra vivienda. Hay que buscar recursos alternativos", señala.

También el albergue de Padre Rubinos lleva meses informando del colapso en sus instalaciones. Desde la ONG Viraventos explican que la ciudad "está atravesando una situación de emergencia". "En agosto estábamos en un mundo y en septiembre era un planeta diferente. Pero no sabemos las causas. Nos cogió por sorpresa. Ya se están desviando a las personas en situación de exclusión social a casas de acogida en Ferrol", cuenta Ana Louzán, de Viraventos, que aprueba la iniciativa del Concello de "integrar personal técnico dentro de los grupos de trabajo" para seguir de cerca la situación y tratar de dar respuestas rápidas.

El área de Benestar Social cuenta con una Comisión de Vivenda que distribuye los pisos de emergencia para solucionar las necesidades que se plantean. Yoya Neira reconoce que son "insuficientes", lo que a su vez provoca dificultades para reubicar a las familias. "El Ayuntamiento nunca las separa, así que nos encontramos con muchísimas familias con menores y es difícil que entren en los recursos que en este momento hay", apunta la edil. Las entidades vecinales también detectan esta problemática, que se ha ido agravando en los últimos años.

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de A Coruña y su área metropolitana, Luisa Varela, también presente en el Consello de Inclusión Social, asegura que hay "una emergencia social a nivel general, pero en particular en lo que corresponde a vivienda social". "Hay que darle prioridad a esto para buscar salidas inmediatas para esas personas que no tienen ni para comer", explica Varela.

También desde Ecodesarrollo Gaia defienden los derechos de los sin techo: "Antes los metíamos en nuestra sede, pero es una oficina y no podemos". Valoran el trabajo de todas las entidades sociales, pero entienden que algo falla porque "todas están abarrotadas". "Estamos dispuestos a trabajar más si nos ayudan", añade.

El Ayuntamiento es "conocedor" de esta situación de emergencia social, recuerda Neira, pero trabaja también en un "tratamiento integral para la persona que se encuentra en situación vulnerable". La concejala de Benestar Social no habla solo de vivienda, sino también de "alimentación o escolaridad de menores y seguimiento e intervención" de los usuarios. "Intentamos que estas personas puedan acceder a una vida normalizada", concluye.