La Audiencia Nacional ha admitido a trámite una denuncia presentada por la familia de Diego Bello, el coruñés abatido el pasado 8 de enero por la policía filipina, lo que permitirá que se le pueda practicar otra autopsia en España. El cuerpo del fallecido llegará hoy a Madrid sobre las 12.40 horas vía Dubái, según señalaron ayer fuentes de la Delegación del Gobierno.

La autopsia se le realizará en el Instituto Anatómico Forense de Madrid y se sumará a la que ya se le practicó en Filipinas. Según la policía del país asiático, Diego Bello fue tiroteado después de abrir fuego contra los agentes en una operación antidroga, pero los familiares del coruñés y su socio aseguran que él no tenía nada que ver con el narcotráfico y que su muerte fue una ejecución.

La repatriación del cuerpo de Diego Bello se produce después de que se completasen los trámites necesarios para la mediación del Gobierno español. La segunda autopsia será posible tras la admisión a trámite por la Audiencia de la denuncia interpuesta por la familia ante un juzgado de A Coruña. "No creemos a la policía filipina", argumenta un familiar, que espera que el cuerpo del coruñés sea velado en la ciudad a lo largo de la semana que viene.

Diego Bello residía temporalmente en Siargao, una isla situada 800 kilómetros al sureste de Manila, y era muy popular entre surfistas, donde tenía varios negocios relacionados con el turismo. La policía filipina argumentó que era un "traficante de drogas de alto valor" que llevaba encima 10 gramos de cocaína y 30.000 pesos filipinos, y valoró la acción como una "operación exitosa en la lucha contra las drogas".