El informe municipal que sirve de apoyo para declarar los jardines de Méndez Núñez como Zona de Especial Protección detalla que este lugar es que el cuenta con una "mayor concentración de personas en horario nocturno" y que ha generado "una grave perturbación de la convivencia ciudadana". El botellón implica, además, un "importante coste económico para el Ayuntamiento" en materia de limpieza, aunque no supone molestias acústicas para los vecinos. El jefe de Calidad Ambiental del Concello considera sin embargo que esta cuestión "no debe ser inconveniente" para proteger los jardines mediante una medida como la planteada, que califica de

"totalmente justificada".

El jefe de la Policía Local manifiesta por su parte que el botellón "no desaparece" a pesar de la presión policial, materializada en multas a los infractores de la ordenanzas, "debido a la complejidad de los componentes que lo conforman". El ingeniero agrónomo Pedro Calaza califica de "inadmisible" el botellón en Méndez Núñez y de "imperativo" que se prohíba, así como que se declare este lugar como Bien de Interés Cultural.