La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural explica que ordenará al Concello tomar medidas cautelares en las parcelas de A Maestranza para las que la promotora Lipromo solicitó licencias de construcción para levantar un edificio de 100 viviendas y otro de 50 en A Maestranza. Fuentes de la Consellería de Cultura señalan que en una zona como esta, en la que las excavaciones e informes realizados revelan que cuenta con potencialidad arqueológica, la Administración local debe remitir la documentación para que Patrimonio establezca qué cautelas deberán tomarse antes de los trabajos, algo que no ha hecho.

Cultura añade que estas medidas son diferentes en cada caso en función de los posibles restos que pueda haber en los terrenos, ya que en unas ocasiones puede ordenar una excavación previa en toda la zona y en otras la presencia de un arqueólogo durante el desarrollo de las obras para supervisar la posible aparición de vestigios.

Cuando el Ministerio de Defensa anunció su intención de subastar las tres parcelas que poseía en A Maestranza, dos de las cuales acabó vendiendo de forma directa, el Concello ordenó efectuar una prospección arqueológica que reveló la existencia de restos de las fortificaciones coruñesas en el terreno más próximo a la Hípica, así como la posible aparición de vestigios en otra de ellas. El informe que redactó el arqueólogo municipal fue incluido por Defensa en la segunda de las subastas que convocó, que resultó fallida, al igual que la primera, por lo que el ministerio se vio abocado a recurrir a una venta directa mediante la que adjudicó a la promotora vasca Lipromo los dos solares.

Tras la formalización de la venta, la asociación cívica Defensa do Común criticó la postura de la Consellería de Cultura en este caso por no variar la delimitación de las murallas coruñesas como Bien de Interés Cultural (BIC) para incluir los restos existentes en A Maestranza con el fin de protegerlos, para lo que señaló que el departamento autonómico sí elaboró la delimitación en el yacimiento prehistórico Cova Eirós, en Triacastela.

"No son casos análogos", aclaran fuentes de la consellería, quienes argumentan que la Consellería de Cultura siempre se encarga de la delimitación de los BIC cuando aprueba una declaración para trazar un entorno de protección, como hizo en las últimas semanas con O Pasatempo de Betanzos y La Terraza de Sada. Alega que las murallas de A Coruña fueron declaradas monumento nacional en 1944 y que además existe el Plan Especial de Protección y Reforma Interior de la Ciudad Vieja y Pescadería (Pepri), que faculta al Ayuntamiento para intervenir en este campo salvo para la realización de excavaciones, que tendrán que ser solicitadas a la Dirección Xeral de Patrimonio.

La modificación del Pepri es la vía que sugiere Cultura para ampliar la protección con que ya cuenta la muralla a los restos de la misma en A Maestranza y apunta que Patrimonio solo puede intervenir en casos de este tipo en determinadas circunstancias, ya que existiendo la normativa del casco histórico es el Concello el responsable de actuar.