La cooperativa Mulleres Colleiteiras ha dado un paso más en su camino. La semana pasada consiguió el certificado que la habilita como gestora valorizadora de aceite usado doméstico. Esto implica que, en su nave del polígono de Iñás, puede no solo almacenar el aceite que recoge de los contenedores de la ciudad, Arteixo y Cerceda y de las empresas colaboradoras sino que puede también tratarlo para limpiarlo de impurezas.

"Es un proceso que se hace por temperatura, se separan los residuos orgánicos del aceite", comenta la gerente de la cooperativa, Susana Peña. Este paso más en el camino de darle una segunda vida al aceite doméstico usado les permite, además, vender el producto ya filtrado y purificado a las empresas de biodiésel que después lo reutilizan a un precio superior del que tenían cuando solo podían recoger y almacenar el producto.

Esta nueva categoría les permite, además, empezar a recuperar la inversión de 40.000 euros que tuvieron que hacer para poder dotar de maquinaria la nave en la que, ahora, trabajan en el proceso de decantación del aceite. Mulleres Colleiteiras nació en 2013, bajo el paraguas de Arquitectura Sen Fronteiras, lo hizo como una salvavidas para muchas de las mujeres que residían en los asentamientos chabolistas de la ciudad y a las que el mercado laboral cerraba sus puertas.

Actualmente, son seis las mujeres que son socias trabajadoras de esta empresa que espera contar con más solvencia económica para poder seguir incorporando a más emprendedoras.

"Hay mujeres que tienen mucha necesidad y queremos darles una respuesta, porque le hace mucha fata trabajar y poder llevar un dinero a casa", comenta Susana Peña. Una de las medidas que esperan en la cooperativa es que el Concello de A Coruña instale los veinte contenedores de recogida que prometió que habilitaría ya durante el año pasado. Al Gobierno local le piden también que cumpla su promesa de dar difusión a su actividad, para animar a las familias a que reciclen su aceite doméstico.

Las integrantes de la empresa prevén que esos contenedores, que son demandados por los vecinos, incrementen las toneladas que, cada año, recogen. Durante el año pasado, la cooperativa subió un 43% la recogida de aceite usado en A Coruña, Arteixo, Cerceda y en los supermercados Eroski, que es donde tienen instalados sus colectores de aceite doméstico usado. El ejercicio pasado, la empresa lo cerró con aproximadamente 144 toneladas recogidas, frente a las 101 del año anterior.

La cooperativa trabaja ahora también para conseguir el certificado de calidad ISO-9001.