Como el campo de golf de la Torre está cerrado, como instalación deportiva municipal que es, los aficionados a este deporte se han quedado huérfanos de espacios para practicar. Uno de estos deportistas decidió no dejarse vencer por el coronavirus y sus medidas preventivas y convirtió el parque Carlos Casares, muy cerca de la Torre, en un improvisado campo de golf para entrenar su swing.