Atienden a una población especialmente vulnerable al coronavirus y echan en falta más medidas de seguridad para prevenir posibles contagios, tanto de las propias trabajadoras a usuarios como a la inversa. Las auxiliares de ayuda en el hogar de Betanzos y Arteixo denunciaron ayer la precariedad en la que desarrollan su trabajo de atención a domicilio a mayores y dependientes, sin mascarillas o geles desinfectantes, y alertan del riesgo a que se someten ellas y a los usuarios del servicio.

"Nos sentimos desamparadas", relataba ayer a este diario una portavoz del colectivo en Betanzos, que incide en que trabajan a "menos de 20 centímetros" de los usuarios, mayores y dependientes, sin medios de seguridad apropiadas. Una "falta de previsión" de la que culpa en primer lugar a la empresa concesionaria y, en segundo, al Concello, titular del servicio.

Desde el comité de empresa de Betanzos y Arteixo afirman que no han recibido ninguna directriz para enfrentarse a esta crisis, inciden en que también ellas conviven con personas con patologías o mayores vulnerables y apuntan a la conveniencia de adoptar medidas similares a las de Cambre u otros concellos que han decidido limitar el servicio de ayuda en el hogar a aquellos domicilios en los que viven mayores o dependientes solos sin familiares que puedan asumir su cuidado durante la crisis.

Los concellos replican que les corresponde a las empresas concesionarias dotar al personal de los medios necesarios. Los ayuntamientos apuntan a las dificultades para suministrar mascarillas o geles. "Están llegando a cuentagotas", explica un portavoz de Betanzos, que sostiene que ya se abordó el problema en la Fegamp. "Trataremos por todos los medios de abastecer de material", apunta. El Concello betanceiro rechaza reducir los servicios y apunta que el 100% de los casos son dependientes.