Las normas aplicadas por el rectorado para impedir la expansión del coronavirus entre la comunidad universitaria coruñesa no solo han supuesto la paralización de las clases presenciales, sino también la puesta en marcha de un plan que permita la continuidad de la actividad lectiva a través del teletrabajo. La Unidad de Teleformación de la Universidade da Coruña fue la protagonista de la jornada de ayer, ya que ofreció dos sesiones de orientación, por una parte a alumnos y profesores y por otra al personal de administración y servicios, en las que les informó sobre cómo pueden desarrollar su actividad desde sus propios domicilios.

Ambas iniciativas reunieron delante de las pantallas a 4.400 docentes y estudiantes por un lado y a 600 trabajadores de la institución por el otro, quienes pudieron resolver sus dudas a través de un chat y después tuvieron acceso al vídeo que se colgó en la plataforma Moodle, mediante la que se desarrolla esta forma de trabajo. Algunos profesores y alumnos comenzaron ya ayer a impartir y recibir las clases de esta forma en el mismo horario en el que lo hacían de forma presencial con el fin de no alterar la organización lectiva.

Hubo además quien ya tomó la delantera, puesto que Juan Carlos Brenlla, profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación, efectuó el domingo una prueba con los alumnos de su clase de Psicología del aprendizaje en procesos educativos, del primer curso de Educación Infantil. "Hicimos esa prueba para evitar problemas y se conectaron 50 alumnos", explicó ayer Brenlla, para quien la experiencia "fue bastante buena por lo que fueron diciendo los alumnos y bastante fácil de seguir porque todo el material está compartido en la plataforma virtual", aunque durante la iniciativa algunos alumnos decían echar en falta parte de la explicación de las clases presenciales.

"La intención sería seguir dando clases de forma virtual durante todo este periodo, de la forma más natural posible y que no se va afectada la continuidad en su formación", señaló Brenlla, quien consideró que la parte expositiva de la asignatura y algunas prácticas pueden hacerse de esta forma, aunque advierte que en otras carreras, como las que exigen un trabajo de laboratorio, "sería inviable". El docente comentó que la herramienta telemática que empleará con sus alumnos es la misma que utilizarán ellos para hacer las prácticas en grupos de trabajo más pequeños, ya que podrán comunicarse por videoconferencia para resolver dudas "porque la comunicación es más fácil cuando pueden verse que a través de WhatsApp o correo electrónico".

Totalmente nueva

Brenlla admitió que esta forma de trabajo es "totalmente nueva' para algunos profesores y alumnos, "pero hay algunas materias que se están dando virtualmente y hay profesorado que tiene experiencia", a lo que añadió que tras el curso de formación impartido ayer por la Universidade "la experiencia parece que va a enganchar". "Son escenarios muy cambiantes y no sabemos hasta cuándo va a durar esto y hasta qué punto podría afectar", destacó Brenlla, ya que entre finales de mayo y principios de junio se harán los exámenes, por lo que manifestó: "A ver si no llega a esas fechas".

"Es bastante novedoso tener la clase a distancia, bastante raro por mi parte", afirmaba sobre este sistema Diego Seoane, uno de los alumnos de Ciencias de la Educación que participó en la experiencia de Brenlla. En su opinión, el diseño de la plataforma es "bastante intuitivo" y la charla con su profesor fue "bastante útil"y, aunque echa en falta "el contacto directo profesor-alumno", consideró que "se suple bastante bien con la aplicación".

Seoane alerta de que hay profesores "que no tienen la formación suficiente" sobre esta forma de dar clase, por lo que comentó: "Estamos a la expectativa, ya que no tenemos ni la menor idea de lo que vamos a hacer con esas asignaturas".