Iban a ser tres trimestres de experiencias más allá del charco que se quedaron en menos de siete meses. La estudiante Iria López, beneficiaria de una de las 52 becas USA del Concello, decidió poner fin a su estancia en Wyoming antes de tiempo. No fue esta, sin embargo, su primera opción. Todo se precipitó en la última semana. "Había decidido quedarme allí. Un día, de repente, todo el mundo se alteró mucho. La agencia americana nos llamó y nos dijo que nos recomendaba irnos, porque después tendríamos muchos problemas", relata.

Pese a que ambas familias, la americana y la coruñesa, estaban de acuerdo en prolongar la estancia si así lo decidía la joven, la recomendación del Ministerio del Interior de acelerar el regreso les obligó a cambiar de parecer. "Cancelaron las clases hasta el 6 de abril. Íbamos a esperar a ver si se reanudaban, pero empezaron a cancelar vuelos, fue un poco un caos", recuerda. Cuando tomó la determinación, ya no había posibilidad de volar directamente a Madrid, y menos aún de regresar a A Coruña desde la capital. "Una amiga mía que volvió antes que yo ya tuvo problemas en la vuelta. Yo tenía el vuelo a Santiago y me lo cancelaron el día anterior", afirma. Al aeropuerto de Madrid, donde ella esperó seis horas, fue a buscarla su padre en coche, bien provisto con el libro de familia, las tarjetas de embarque y el DNI de Iria por si se topaba con algún control. La aventura americana terminaba para ella, pero supo, sin duda, sacarle provecho. "Estaba muy bien allí, mis amigos americanos no querían que volviera", revela.

No todos se decidieron, sin embargo, por la vuelta. Muchos son los que han preferido terminar la estancia en el continente americano, aunque sea desde sus hogares y asistiendo a clases vía telemática, de forma similar al sistema que siguen aquí las universidades e institutos gallegos. La buena relación que entabló con su familia americana, las agencias encargadas de gestionar el proceso y los lazos establecidos en Louisiana fueron los factores decisivos que inclinaron la balanza de otra de las beneficiarias de la beca, que optó por prolongar la experiencia.

"Creo que quedarme en Estados Unidos es la mejor decisión para mí, tengo gente que se preocupa por mí, un sitio a salvo donde estar y la posibilidad de continuar mis estudios de forma online", explica la estudiante, que, no obstante, afirma entender a los jóvenes que han tomado la decisión opuesta. La joven asegura ser consciente de los riesgos que puede acarrear, a largo plazo, el permanecer en el país, ya que la crisis puede retrasar su vuelta más de lo previsto. "Cuando acepté quedarme, acepté la posibilidad de tener que quedarme más tiempo por culpa del cierre de aeropuertos u otras complicaciones, soy consciente", revela.