Desde que comenzó la cuarentena, en la calle San Vicente de Paul resuena la música tras los aplausos de las ocho: desde Adele hasta Nirvana, pasando por la cumbia y el merengue y, por supuesto, Resistiré del Dúo Dinámico. Canciones para todos los gustos que levantan el ánimo durante los días de confinamiento. Los responsables son Boris Pico y Alejandra Pais, una joven pareja que se dedica a la música y que ha decidido aportar su granito de arena a través de lo que mejor saben hacer: cantar. "Los médicos se encargan de la salud, pero dicen que la música es la cura del alma", comenta Pais, que trabaja junto a Pico en la orquesta Fania Blanco Show.

En Eirís tampoco falta el ritmo. Lidia Sueiro, que hace cuatro años dejó la orquesta en la que estaba y ahora trabaja en una tienda de calzado, vuelve a coger el micrófono los fines de semana para "entretener a sus vecinos". La jornada de ayer fue especial, con disfraces, globos y guirnaldas para la sesión vermú. “"Vimos que los de Novo Mesoiro se habían disfrazado y nos gustó la idea", cuenta. Lo anunció desde su ventana y lo publicó en redes sociales. Nadie faltó a la cita.

En ambos barrios de la ciudad, la iniciativa surgió por la insistencia de los demás. "Nos daba un poco de reparo, porque no queríamos molestar a nadie, pero fue mi madre la que finalmente nos animó a hacerlo", cuenta Alejandra Pais, que asegura que cada vez que sale a cantar se siente "como en una película" "Es surrealista. Jamás pensé que esto pudiese pasar. La gente nos aplaude, nos graba... Hasta la Policía se asoma a vernos".

En el caso de Lidia Sueiro, fue su hermana la que le propuso "salir a la ventana a animar a la gente". “"Me daba vergüenza, pero un día me lance y súper bien. Lo hacemos los fines de semana para no molestar", señala.

En Orillamar, en cambio, el altavoz se conecta todos los días: "La reacción es muy buena. Después de cantar intentamos transmitir un mensaje de ánimo para levantar a la gente, y es muy emocionante preguntar a los vecinos que cómo están y que todos respondan que están bien desde sus ventanas". Sus actuaciones no solo suenan en San Vicente de Paul. Alejandra Pais y Boris Pico comparten el espectáculo en los directos de sus redes sociales. Además, han recibido peticiones para dedicar canciones entre amigos, para felicitar a los cumpleañeros del barrio e incluso para celebrar un nacimiento. "El domingo pasado nació un bebé en el vecindario, y su familia nos pidió que le dedicásemos una canción. Nos dieron las gracias, y nosotras se las dimos a ellos porque esto es como una medicina mutua", resume Pais.

Sueiro, que vive en la calle Terranova de Eirís, reconoce que en su zona son "menos vecinos", pero eso no es un impedimento para pasarlo bien. "Molamos mucho", declara. Tanto que ayer sacaron sus disfraces, gafas y demás accesorios para cantar y bailar. "Hasta había guirnaldas y pancartas. Diez minutos antes de que empezásemos, la gente ya estaba en las ventanas impaciente", añade.

En su repertorio también hay sitio para las peticiones, pero sobre todo hay "canciones de verbena y marcha que todos sabemos". "Además, siempre hay cumpleaños o algo que celebrar", apunta.

Lidia Sueiro asegura que el confinamiento ha ayudado al barrio a abrirse, conocerse y pasar este momento unidos. "Llegué a Eirís hace cuatro años y conoces a los vecinos de coincidir en la calle pero no a todos. Ahora sí y después de esto haremos una gran fiesta todos juntos", desea.