El Banco de Alimentos Rías Altas atiende a un 50% más de personas desde que comenzó la crisis sanitaria, tal y como informa su presidenta, Concepción Rey. El número de familias que demanda el servicio de la red asistencial que nutre a ayuntamientos de toda la provincia no para de aumentar día tras día y, para muchas, esta es la primera vez que necesitan pedir ayuda. A Coruña es uno de los ayuntamientos más afectados aunque, sin duda, también uno de los más solidarios. Rey mira al futuro con precaución y alerta de que "quizá más gente" vaya a necesitar esta ayuda tras la pandemia.

¿Cuál es la situación actual del Banco de Alimentos Rías Altas?

Estamos a tope. Seguimos atendiendo al 90% de las entidades con las que trabajamos durante todo el año, y ahora también recibimos entre 50 y 60 peticiones diarias de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de A Coruña para suministrar alimentos a las familias. Desde que comenzó la crisis estamos trabajando al menos un 50% más por encima de lo que trabajábamos normalmente, es decir, que si antes de la pandemia atendíamos a 22.000 personas en la provincia, ahora debemos de estar cubriendo, haciendo cálculos, a unas 33.000. Esto, en volumen de mercancía, implica que si antes salían 10.000 kilos de alimentos cada día, ahora salen 15.000 y, para nuestras estanterías, supone una bajada muy considerable.

Entre todas estas personas que recurren al Banco de Alimentos, ¿hay quienes nunca antes habían tenido que hacerlo?

Sí, muchísimas personas son nuevas. Todo lo que nos llega desde los Servicios Sociales es gente que no estaba dentro de nuestra red diaria. Con esta situación de confinamiento está aflorando la economía sumergida. Hay muchas personas que no puede obtener ayuda porque no están dadas de alta en ningún sitio, y con la cuarentena las familias no tienen forma de meter dinero en casa. Ahora no les queda otra que recurrir a esto, y lo peor es que hay muchísimos niños que se están viendo afectados.

¿Qué tiene que hacer una persona para solicitar ayuda?

El teléfono del Banco de Alimentos está activo todos los días las 24 horas. Desde que esto comenzó, recibimos entre 15 y 20 llamadas diarias de personas que necesitan nuestro apoyo. Ahí les explicamos lo que tienen que hacer, porque es necesario que contacten con los Servicios Sociales. Queremos hacer las cosas bien y de forma organizada. Me dio mucha pena ver lo que ocurrió en el Banco de Lugo, con gente haciendo colas inmensas para coger los alimentos. No me parece razonable. Hoy en día los ayuntamientos ofrecen medios para poder repartir los alimentos de forma organizada con la ayuda de voluntarios, Bomberos y Protección Civil.

Teniendo en cuenta las circunstancias, ¿tiene el Banco de Alimentos personal suficiente para responder a la gran demanda?

Muchos voluntarios del Banco son personas mayores, parados de larga duración, jubilados o prejubilados con problemas de salud. Ahora mismo solo podemos estar los que somos más jóvenes, pero contamos con el apoyo de muchas personas que se han ofrecido voluntarias para venir a ayudar. De hecho, tenemos una lista de espera con muchísima gente a la que podemos llamar cuando sea necesario. La cuestión es que no podemos juntarnos 40 personas, porque hay que mantener las distancias de seguridad y las medidas de protección.

¿Y qué hay de los recursos?

A Coruña es una ciudad solidaria y concienciada con estas cosas. Al igual que hay mucha gente que nos ha llamado para ser voluntarios, también estamos recibiendo donaciones de particulares, tanto de alimentos como económicas para poder comprarlos. Contamos también con el apoyo de las empresas, que se están portando muy bien con nosotros. El Corte Inglés, Gadis, Eroski, Mercadona, Estrella Galicia? Todos nos ayudan mucho. Además, colaboramos con la ONG del chef José Andrés, que preparan comidas para repartir entre las diferentes entidades y nosotros somos el nexo. Con todo esto es con lo que estamos subsistiendo y, mientras podamos, nadie se quedará sin la ayuda que necesita.

También han contado con el apoyo del Ayuntamiento de A Coruña y de la Xunta.

Sí. Desde el primer momento en el que nos pusimos a disposición de los Servicios Sociales del Ayuntamiento se organizó todo muy bien, y es una maravilla. Nos entendemos, y creo que estamos gestionándolo muy bien. También hemos recibido una ayuda económica de la Xunta de Galicia que ha sido muy importante para nosotros, porque ahora, además de comprar alimentos, tenemos otros gastos: nuestras furgonetas de reparto funcionan al 300%, necesitamos gasolina, ruedas, maquinaria, palés, básculas? porque claro, no solo hay que encontrar alimento. Ahora nuestras furgonetas de reparto funcionan al 300%, hay que pagar gasolina, ruedas, maquinaria, palés, básculas? Y tanto la Xunta como el Ayuntamiento se preocupan de que tengamos material de protección en todo momento.

¿Cuál es la situación de A Coruña con respecto a los otros ayuntamientos de la provincia con los que también colaboran?

Nosotros ayudamos a todos los ayuntamientos que nos llaman, aunque principalmente colaboramos con Santiago de Compostela, A Coruña y Ferrol. Entre ellos, A Coruña es el ayuntamiento que necesita más ayuda, y es algo que no tiene nombre. Es una cosa exagerada la cantidad de gente que forma parte de la red. Familias, gente que vive en los tres asentamientos o que está en los hostales... Me asusta la cantidad de personas que están necesitando esto.

De cara al futuro, es posible que a la crisis sanitaria la suceda una económica. ¿Está preparado el Banco de Alimentos Rías Altas para un aumento de la demanda?

Ahora estamos a tope, pero es cierto que todavía no llegamos al punto de hacer sonar la alarma y pedir más ayuda. Eso tendremos que hacerlo en un par de meses, seguramente, aunque no quiero anticiparme. Ahora mismo, con donaciones y ayudas salimos del paso, pero más adelante puede que tengamos que hacer algo mucho más grande, porque quizás mucha más gente necesite nuestra ayuda. Por el momento, estamos preparados para ello.