Toda precaución es poca en tiempos de Covid. En un momento en el que muchos tomarán la determinación de prescindir del transporte público para sus desplazamientos, con el fin de prevenir posibles contagios, bienvenidas son las alternativas para evitar las aglomeraciones. Desde hoy, las motos eléctricas de la empresa Moter se unirán a las posibles opciones.

"Es un servicio adaptado a la situación que vivimos, son vehículos sin cabinas que permiten los desplazamientos individuales", explica el impulsor de la firma, Alberto Rosende. La empresa, que nació el pasado año con la vocación de convertirse en una alternativa al abuso del coche particular, y dar un respiro a los problemas de estacionamiento de la ciudad, puede convertirse en estos días de distanciamiento social en una aliada para prevenir los contactos inevitables del transporte público. "Nuestra reconversión va a ser más sencilla que la de otros sectores, la intención es facilitar la seguridad y la higiene de los vehículos", alega Rosende.

El sistema, al carecer de estaciones fijas, evita el cruce de usuarios en el retorno y la recogida de los vehículos, que la firma se ocupará de higienizar todos los días, además de proveer a los usuarios de los elementos de protección necesarios.

"Nuestra idea es aportar nosotros los guantes. Los gorros higiénicos y los geles ya están en los baúles para el uso de los clientes", afirma Alberto Rosende. El contacto entre usuarios y trabajadores tampoco será un problema, ya que el alquiler de los vehículos se realizaba a través de una aplicación móvil, disponible para IOS y para Apple.

Pese a que la empresa había empezado a funcionar hace pocos meses de forma puntual, no ha sido hasta ahora cuando, "tras ganar un poco de rodaje", abre sus servicios al público general, que podrá registrarse a partir de hoy en la aplicación. Sus creadores han aprovechado estos meses para perfeccionar el sistema, compuesto por una flota de 30 motos, que han decidido no ampliar por el momento a la espera de comprobar cómo evoluciona la situación.

"Preferimos ser conservadores. Teníamos intención de duplicar las motos, pero queremos saber si la ciudad está preparada para responder", apunta Alberto Rosende, que se ha encargado de pulir, estos meses, las pequeñas deficiencias que podría presentar el servicio para convertir Moter en una alternativa sostenible: "es un momento para aprovechar y para evitar que un problema como este desmorone todos los avances a nivel de movilidad".

En la plataforma, el cliente podrá reservar y accionar los funcionamientos de la moto, que tiene un precio de 29 céntimos por minuto. En la web se detallan los packs de 100, 200 o 300 minutos por 25, 46 y 60 euros, para ofrecer al cliente habitual un descuento.