El sector cultural de la ciudad afronta con incertidumbre su futuro. La llegada de la fase 2 y el permiso para la reapertura de los locales ha cogido a teatros y salas de conciertos aún con los protocolos sobre la mesa, y con dudas acerca de la viabilidad que los aforos -del 30%- permitirán a sus negocios. Los clubes prevén retrasar su apertura hasta julio, al igual que algunos teatros, que todavía negocian detalles como el control de flujos en las entradas y salidas de los espectáculos y aguardan materiales como las mamparas protectoras. Los cines se mantienen en un impasse, a la espera de establecer una fecha común para la reapertura, y solo las salas de exposiciones y los museos históricos se desconfinan en este nuevo peldaño.

El tejido musical está resultando el más maltratado por la pandemia, con decenas de conciertos suspendidos y apenas unos cuantos "apalabrados con pinzas". Así lo asegura Tomi Legido, el programador de Mardi Gras, para el que la reapertura en las condiciones actuales es "inviable". Lo mismo opina Pepe Doré al frente del Garufa Club, que ve el panorama "bastante oscuro" porque la "confusión" es máxima. "Estamos en una carrera a la pata coja. Nadie quiere tocar en estas circunstancias, y muchas bandas no pueden moverse porque son de fuera", relata el encargado.

El 7 de marzo tuvo lugar en la sala su último concierto y, 63 actuaciones suspendidas después, junio permanece en blanco. El local no reabrirá sus puertas "por lo menos hasta julio", cuando tenía previsto un festival de jazz -el +QueJazz- que ahora también está en el aire porque "el Ayuntamiento ha tirado un poco la ayuda para atrás". El mismo mes, o quizá "a finales de junio", es la fecha que maneja Mardi Gras para tratar de retomar el vuelo, aunque incluso con el fin de la fase 3 surgen las dudas. "¿Van a tener que estar con mascarilla? ¿Podrán acercarse más? Yo supongo que haré una programación reducida para ver cómo reacciona la gente, porque muchos preferirán no venir en esas condiciones", lamenta Legido.

Al programador le preocupa especialmente si se mantendrán los límites de aforo, mucho más reducidos en la práctica que en la teoría. En el cómputo del 30% "entran también los trabajadores y los artistas", no solo los espectadores, y al final, apunta, "no salen las cuentas". El sector se encuentra en conversaciones con el Concello, al que pide "pasos en firme" y que invierta "en el tejido cultural de la ciudad" el "presupuesto para fiestas que no se ha gastado" en este tiempo, así como el de "el Noroeste, el concierto del Xacobeo y el San Juan". Asegura que la respuesta del Ayuntamiento es por ahora favorable, pero reclaman "compromiso" en el asunto, con "un modificativo de crédito aprobado en el Pleno".

Desde el departamento de Cultura indican que están trabajando en ayudas "indirectas" -para autónomos y pymes- y "directas" para el sector cultural, aunque por el momento "no hay ninguna" de estas últimas. El Concello ha mantenido estas semanas varias reuniones con actores del ámbito para estimar el impacto económico, y también para "medir espacios" y diseñar protocolos como el de la venta de entradas. Las medidas preventivas en los teatros, por ejemplo, son todavía inciertas, aunque algunos como el Rosalía se acercan a su día de apertura. El 19 de junio es la fecha que han establecido para el reinicio de su actividad, que volverá a tomar impulso de la mano del estreno de Dreaming Juliet de la compañía Elefante Elegante.

Del 25 al 28 del mes que viene, el espacio ofrecerá una selección de funciones de baile, en forma de "festival de primavera de compañías gallegas". Su director, Paulo Rodríguez, ha decidido apostar por la danza por contar con un público "minorizado", dejando los actos más populares para el otoño. En lugar de la tercera o cuarta semana de septiembre, cuando el centro retomaba sus espectáculos tras las vacaciones, este año los focos se encenderán desde el principio del mes. El centro se encuentra diseñando para ello el control de flujo de usuarios, y esperando el material de protección que pidió en global el IMCE.

En la misma situación está el teatro Colón, que planea abrir en julio con algún concierto de la Banda Municipal. Antes, en junio, el edificio será el escenario para una serie de conciertos a puerta cerrada de las agrupaciones de cámara de la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG), que se emitirán en su canal de YouTube a partir de las 20.00 horas. La primera actuación será el día 3, con la arpista Celine Landelle y la flautista Claudia Walker. El resto de funciones tendrán lugar el 4, 5, 10, 11, 12, 17 y 18 de junio, con el broche el 19 de la mano del grupo de viento metal de la OSG.