"Somos el saco de boxeo de las instituciones, nos llevamos palos por parte del cliente, proveedores y compañías aéreas", resume Ricardo Castro, de Galaecia Viajes. La estacionalidad del sector ha provocado que este vaya a ser un año especialmente complicado para los pequeños negocios, que tienen su mayor período de facturación entre los meses de marzo y octubre, justo los más castigados por los efectos del

confinamiento y la desescalada. Pide, como medida de protección, la revisión de

algunos puntos del Contrato de Viajes Combinado, sobre todo en lo que a la responsabilidad para con el cliente se refiere. "Ese contrato nos hace culpables de todo

lo que ocurre durante el viaje, queremos que el cliente le pueda reclamar al proveedor las posibles incidencias, somos meros intermediarios".