Una treintena de familiares y amigos de Diego Bello, el coruñés abatido por la Policía filipina el pasado 8 de enero en la isla de Siargao en una supuesta operación antidroga, según justificaron los agentes locales, escenificaron ayer en la plaza de María Pita una nueva reclamación de justicia para aclarar la muerte del joven. La falta de avances en las investigaciones anunciadas hace más de dos meses y la presentación de una pregunta del grupo del BNG en el pleno de ayer respecto al desarrollo de las pesquisas dieron realce al acto, en el que los asistentes desplegaron pancartas y cartulinas para exigir "justicia para Diego". "En febrero la Delegación del Gobierno nos dijo que se abrirían cuatro investigaciones en Filipinas: de la Policía, el Ministerio de Justicia, el Gobierno y la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas; de ninguna de ellas hemos tenido novedades", explicaba frente al Palacio municipal el portavoz de la familia y tío del fallecido, Francisco Lafuente.

Dentro, en una respuesta a una pregunta del portavoz del BNG, Francisco Jorquera, el portavoz municipal, José Manuel Lage, aseguró que el Concello sigue exigiendo justicia para Diego Bello y que realizará todas las gestiones que estén en su mano para esclarecer su muerte. "El Gobierno municipal tiene limitaciones en Filipinas, pero sabemos que no puede caer en el olvido. Tenemos que seguir ejerciendo presión y ese es nuestro compromiso", dijo.

La familia de Bello agradece que el interés por resolver la muerte del joven hace cinco meses siga activo y ha realizado un vídeo en el que reclama justicia. "Vamos a insistir, pero sabemos que todo depende del interés que se ponga en saber lo que pasó. Si había pruebas de que Diego era traficante de droga, ¿dónde están? Y si no hay pruebas, la Justicia tiene que llevar a los tribunales a los asesinos de Diego, que fueron los policías de Filipinas", recalca Lafuente.