La Compañía de Tranvías y el Concello efectuaron ayer un llamamiento a los coruñeses para que vuelvan a utilizar el transporte público municipal una vez superada la fase más grave de la pandemia al considerar que las medidas preventivas adoptadas en los vehículos garantizan la seguridad de los viajeros. El director de la concesionaria, Ignacio Prada, transmitió un "mensaje de confianza y tranquilidad" a los usuarios acerca de la utilización de los autobuses, de los que dijo que existe la "máxima seguridad" gracias a las actuaciones realizadas. El concejal de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, manifestó por su parte que debe "recuperarse la confianza en el servicio público de transporte".

Prada compareció para recibir de la firma Aenor la certificación que acredita que todos los servicios de la Compañía de Tranvías cumplen los protocolos de actuación establecidos para prevenir el contagio del Covid-19. El director de Aenor en Galicia, Martín Pita, señaló que, debido a las circunstancias de la actual situación sanitaria, la certificación será revisada con periodicidad trimestral para comprobar que se ajusta a las exigencias de cada momento.

El director de Tranvías expresó el "compromiso" de la empresa con la higiene y la seguridad, que se materializó en los últimos meses en la instalación de mamparas en los buses para proteger a los conductores y que fueron fabricadas por la propia compañía en sus talleres. A esto se unió la continua limpieza y desinfección de los vehículos, así como la colocación de dispensadores de gel para los conductores y los usuarios en todos los autobuses.

Prada explicó que el protocolo de actuación variará en función de las circunstancias existentes en cada momento y que las normas vigentes en este momento fijan una ocupación máxima de dos personas por cada metro cuadrado, lo que impide mantener una distancia de seguridad adecuada y, por lo tanto, hace obligatorio el uso de mascarilla para viajar en bus. También detalló que en la actualidad toda la flota de la compañía está de nuevo en circulación y se efectúa un control continuo del grado de ocupación de los vehículos.

Pero el director de Tranvías ni pudo prever qué medidas se tomarán si el número de usuarios hace que los buses se llenen, como sucede en una situación normal en las horas punta, aunque recordó que las autoridades se plantean establecer una regulación horaria de las actividades laborales y educativas para que las entradas y salidas de las mismas no se realicen en las mismas horas y se eviten así las habituales aglomeraciones que se producen.

El responsable de Tranvías reconoció que el transporte público es un sector "claramente afectado" por la crisis económica causada por el coronavirus, ya que al tratarse de un servicio esencial se vio obligado a mantener su actividad a pesar de que durante los peores momentos de la pandemia el número de viajeros era muy bajo. Prada situó en un 10% de lo habitual el volumen de usuarios que se contabilizó en esas semanas, aunque dijo que es "pronto" para conocer el impacto que ese descenso de los ingresos tendrá sobre las cuentas de la compañía.

A ello añadió que la evolución de la situación sanitaria en los próximos meses es "impredecible", por lo que desconoce si al final de este ejercicio económico la empresa sufrirá pérdidas. El concejal de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, destacó que la Federación Española de Municipios y Provincias trasladó al Gobierno central su preocupación por la repercusión que tendrá la crisis del coronavirus en el transporte público, así como la necesidad de que se abran líneas de financiación públicas para prestar ayuda a las empresas que prestan este servicio.